Si continúa este patrón seco, dentro de exactamente una semana comenzarán los recortes en el servicio de agua potable.

Los primeros que sufrirían el racionamiento serían los 82,000 clientes de Río Piedras, Hato Rey sur y Cupey, en cuyas casas dejará de fluir agua el 6 de agosto.

A partir de entonces, en esas tres zonas habrá servicio un día sí y un día no.

A los 85,000 clientes de Trujillo Alto y Carolina les comenzarían a racionar el agua el 7 de agosto de la misma manera: en días alternos.

Asimismo, unos 45,000 clientes del área de Bayamón Sur comenzarían a ver las interrupciones el 14 de agosto, mientras que los 92,000 clientes de Bayamón Norte y áreas de Toa Baja verán el racionamiento el 15 de agosto, cada 24 horas, si no cambia la situación.

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“Hemos cifrado nuestras esperanzas durante el verano en que vinieran ondas tropicales o vaguadas que nos depositaran lluvias, particularmente en las cuencas de mayor consumo; sin embargo eso no se ha dado.... es el momento de anunciarle al país responsablemente que estamos tomando las medidas de racionamiento y de interrupciones programadas de ahora en adelante”, dijo el presidente ejecutivo de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA), Alberto Lázaro.

De no racionarse el agua, quedarían suministros para 40 días. Con las medidas de ajustes previas y el racionamiento podríamos estar hasta 100 días sin lluvia y todavía quedaría agua para repartir por ese periodo, indicó el funcionario.

Se aprovechará esta sequía para sacar algo del sedimento que ya ha quedado expuesto en algunos embalses, especialmente en La Plata, aunque sería una operación mucho más limitada que un dragado, detalló el presidente de la AAA.

Por eso, a partir de ayer mismo Nery Adames Soto, secretario de Asuntos del Consumidor (DACO), decretó una orden de congelamiento de precios para todo el País en los siguientes artículos: agua embotellada, hielo, cisternas, piezas de repuesto de cisternas, envases para almacenar agua y cualquier otro producto de necesidad.

No obstante, aseguró que hay abastos suficientes de agua embotellada como para que no haya histeria.

“No hay que ir corriendo a abastecerse y debe haber mesura en el almacenamiento de agua”, declaró Adames Soto.

Al comerciante que viole la orden de congelamiento de precios se le aplicarán multas que no se negociarán.

Mientras, Rafael Román, secretario de Educación, afirmó que no se cancelarán clases por falta de agua, pero sí podría haber reducción de horarios, según la situación de cada plantel.

Dijo que 91 escuelas en las áreas que se afectaría en San Juan y 99 en Bayamón no tienen cisternas, pero se les va a proveer agua para el funcionamiento de los baños, entre otros. Al mismo tiempo indicó que cada comedor escolar tiene reservas suficientes como para poder servir almuerzos como de costumbre.