¿Si usted resultara ganador de los $21 millones que tiene el pote de la Loto para esta semana, ayudaría al Gobierno  con una donación para aplacar la crisis fiscal que atraviesa el País?

Ciertamente, el premio del juego electrónico sería una curita para la monumental deuda billonaria que el Gobierno debe a sus acreedores.  Pero, ponga a prueba su corazón y sea honesto:  ¿otorgaría parte de sus ganancias al estado?

La misma pregunta se le hizo a un puñado de entrevistados en un sondeo informal en el que, más de la mitad de los participantes aseguró que serían solidarios con la causa y le darían par de pesos al fisco.  

Claro, algunos lo pensaron… y lo volvieron a pensar para, finalmente, responder con un tímido sí.

Tal fue el caso de don Neftalí Matos, quien se cantó como un popular reventa'o pero de aquellos que están bien molestos con su Partido Popular Democrático "porque no han sabido gobernar a este país".

"Pero patria es patria y sí ayudaría con algo de dinero a Puerto Rico. Jurao que lo haría, aunque estoy enfogonao", dijo besándose el dedo pulgar y elevando el dedo al aire en señal de que está dando su palabra de buena fe.

"Y si quieres te doy mi teléfono para que compruebes que lo voy a hacer", dijo como queriendo convencerse a sí mismo de sería capaz de semejante acto solidario. Don Neftalí, tranquilo, le creemos.

Otro que aseguró que cooperaría con el Gobierno fue Luis Sosa, quien juega fielmente la lotería electrónica todas las semanas. En un viaje imaginario, don Luis se visualizó millonario y conociendo lugares tan distantes como Grecia y España. "También me gustaría viajar en barco", expresó con un suspiro quien también separaría una partida para los "niños pobres".

En sus planes, dijo,  se ve compasivo con el país que lo vio nacer. "Como buen puertorriqueño, ayudaría a la Isla a salir de la crisis económica que atraviesa. Claro que sí… y te digo más, jamás me iría de aquí por más chavos que tenga", lanzó melancólico.

Mientras, María Rivera, una jugadora ocasional, dijo que de ser la suertuda ganadora de los $21 millones ayudaría a la isla donando dinero para organizaciones que atienden a los niños o a los envejecientes.

"Yo no le doy na"

También está el otro lado de la moneda: el de aquellos que representan a la gente que está rebelde con el Gobierno por la imposición de aumentos en los servicios básicos o con otras medidas drásticas como las cesantías en el servicio público.

En ese grupo está Edwin Viera, quien laboró por más de 20 años con la Autoridad Metropolitana de Autobuses (AMA) y fue despedido hace dos años por razones que cataloga como "injustas".

“¿Qué yo le dé parte de los $21 millones de la Loto al Gobierno?  Muchacha, jamás. Este Gobierno me ha empobrecido. Yo no le doy na. Además, ya bastante se quedan con lo que le quitan a uno en impuestos con este tipo de premios", expresó el hombre.

Viera hizo referencia a que, por ejemplo, si el ganador de la Loto decide coger el premio de un solo cantazo recibiría un cheque de $7.7 millones. El resto del monto está destinado a pagar impuestos. Las deducciones también se realizan si el ganador selecciona el pago en anualidades por 20 años. En este caso en particular se le otorgaría $840,000 por el periodo establecido.  

Otra que se rehusaría a compartir su buena suerte es Carmen Ramos, quien mostraría su nobleza con los niños pacientes de cáncer y familiares necesitados.

"También me compraría una casa y me iría para Disney con mis dos nenas. Pero al gobierno no lo ayudo na'. No, olvídate de eso", dijo.

Séptimo premio más alto de la historia

Mientras, Armando Pérez Cruz, director auxiliar de la Lotería Electrónica de Puerto Rico, dijo que el monto de $21 millones es el séptimo premio más alto en la historia del juego que inició en la isla para el 1991.

Recordó que el premio de mayor cifra es de $32 millones, cuantía que se ha alcanzado en dos ocasiones. Sin embargo, uno de esos premios -registrado en el 2014- nunca fue cobrado.

En ese sentido, exhortó a la ciudadanía a guardar bien su boleto de la suerte, para que este lamentable contratiempo no vuelva a ocurrir.

Las probabilidades de pegarse en la Loto es de 1 en cada 9 millones de jugadas. Todo es cuestión de suerte. Así que cúquela aunque sea con un pesito.