El prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en Cambridge, les lanzó el reto de formar parte de la competencia MIT Launch en la que debían crear un modelo de negocios a partir de una idea en la que se resolviera un problema ambiental en su comunidad y ellos -estudiantes de la escuela pública vocacional Antonio Fernós, de San Lorenzo- no sólo aceptaron, sino que ahora dejan sobre el tapete para posibles inversionistas un gran proyecto investigativo que propone modernizar la construcción en Puerto Rico sustituyendo el cemento tradicional por neumáticos reciclados.

Son ocho jóvenes emprendedores -entre los 14 y 17 años- que tras meses de investigación idearon un plan empresarial que a la vez que busca resolver el problema de acumulación a la intemperie de neumáticos -un asunto que incluso ha sido reconocido públicamente en días recientes por la presidenta de la Junta de Calidad Ambiental (JCA), Tania Vázquez Rivera- propone reutilizar las gomas como materia prima para la elaboración de bloques de construcción. 

El proyecto eco-amigable -que obtuvo el segundo lugar en la competición- fue denominado con el nombre de NEB (Neumatic Ecological Blocks) y lo que propone es combinar los neumáticos (en una etapa granulada o triturada) con otros materiales que al fusionarse se compactan creando el bloque que, hasta el momento, tiene tres prototipos y se montarían logrando un efecto “tipo juego de LEGOS”.

“No podemos revelar los aditamentos que se mezclarían con las gomas trituradas porque no hemos patentizado aún la idea. Pero hablamos de un material compactado, resistente y seguro parecido al que se utiliza en lugares como Tokyo y Londres para pavimentación. En nuestro caso, estaríamos haciéndolos para que hagan la función de bloques y sean utilizados en construcciones”, destacó el alumno Gyan Roldán.

Y con la elaboración del ingenioso diseño nació también la empresa Green CAT (Clinic Air Tropical), constituida por los participantes de la investigación y sus mentores, quienes quieren llevar el proyecto “al próximo nivel” pues están confiados en que su compañía tiene una viabilidad futura. Sin embargo, no cuentan con suficientes recursos económicos.

“Ahora mismo necesitamos un inversionista que nos ayude a hacer nuestro sueño realidad y para poder probar nuestra teoría y saber si los cálculos que hemos trabajado están bien hechos. Queremos probarlo y verlo en acción”, explicó Roldán.

El mentor de los jóvenes y profesor de electrónica del plantel, Jean Quiñones, agregó que se hizo un acercamiento a profesores de la Universidad del Turabo, quienes mostraron interés en unirse a la investigación. “También hemos consultado con ingenieros, quienes nos han dado apoyo, por ejemplo, para descartar cualquier tipo de toxicidad en el material pues sería utilizado para construcción. Créeme que el producto final será un bloque limpio, que no tendrá químicos y cumplirá con las regulaciones requeridas… será un bloque que tendrá salida y cambiará la forma de construir en Puerto Rico”, dijo el maestro.

Destacó que, incluso, los alumnos hicieron un análisis del mercado, unas proyecciones financieras y establecieron que el bloque se estaría vendiendo en el mercado a 80 centavos y que con la construcción de unas 80,000 unidades, las ganancias netas serían de $89,000.

Los interesados en conocer más sobre la investigación y auspiciar el proyecto pueden comunicarse a través del (787) 568-1596 o escribir a jn.rodriguez2524@gmail.com.