Puertorriqueños de  escasos y recursos y de clase trabajadora favorecieron  que la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) investigue los casos de posible  hurto de luz en urbanizaciones con residentes de alto poder adquisitivo en cuyas casas se han encontrado contadores alterados.

“Yo entiendo que es positivo y que deberían hacerlo más continuo”, opinó Reyes Vega al reaccionar a las intervenciones realizadas por la AEE en el complejo residencial Encantada, en Trujillo Alto, donde se identificaron 55 irregularidades relacionadas a contadores alterados.

De hecho, Vega criticó que la corporación pública sea en extremo cuidadosa de no catalogar esos casos como hurto de luz hasta que no culmine la investigación correspondiente, por entender que usa una vara distinta con las personas de menos recursos.

Relacionadas

“Ellos (la AEE) usan un término profesional para referirse a los ricos, dicen que cometieron irregularidades, pero a nosotros los pobres inmediatamente nos llaman pillos”, manifestó Vega, quien tiene un puesto de venta de piraguas en la carretera PR-1 en Juana Díaz.

No iban buscando “pillos de luz”

Los casos de Encantada se identificaron mientras se  instalaban  los nuevos contadores “inteligentes” y no fueron producto de un operativo antihurto, aclaró la directora de Servicio al Cliente de la AEE, Carmen Flores.

Algunos de los ciudadanos entrevistados por Primera Hora, expresaron que la ofensiva para detectar  hurto de luz debería ser más agresiva en  los sectores de “clase alta”. 

“A veces la clase media nos vemos a gatas para pagar y hacemos el esfuerzo. Si tienen chavos, que paguen. Deberían continuar interviniendo con ellos”, afirmó Yalid Alicea, residente en Sabana Grande.

Guillermo Montañez, que vive en la urbanización La Riviera en San Juan, se expresó del mismo modo.

“Eso es bueno, que le sigan cayendo arriba. Que busquen donde está el dinero (que la AEE deja de cobrar)”, opinó el ingeniero retirado.

Para Waldemar Rivera, presidente de la Junta de Residentes del residencial público José Tormos Diego, en Ponce, también es un asunto de justicia.

“Lo creo justo, ya que en un momento dado la AEE no le sacaba el guante a los residentes de vivienda pública porque parecía que éramos el único sector que robaba luz. Y nosotros siempre hemos dicho que también hay que mirar a la alta sociedad, a las agencias y otras dependencias del mismo Gobierno donde esta situación se puede estar dando”, manifestó Rivera.

En la misma línea se expresó Ramón Díaz López, de Salinas. “Yo me pregunto por qué le cortan la luz al pobre, pero al Gobierno, que le debe millones de dólares a la Autoridad, no le cobran. La soga parte siempre por lo más fino”.

La directora de Servicio al Cliente de la AEE, Carmen Flores, informó que, al presente, totalizan 158 las irregularidades halladas en contadores y líneas eléctricas en las urbanizaciones donde se han instalado los nuevos contadores “inteligentes”. Estas son: Veredas y Praderas en Gurabo; Paseos y Sabanera en Dorado; Palacios del Monte, Palacios Imperial y Marbella en Toa Alta; Monte Claro en Toa Baja, Hacienda San José en Caguas y Encantada en Trujillo Alto.

Los clientes intervenidos enfrentan un proceso administrativo que podría culminar con el pago de multas, la retribución del dinero dejado de cobrar por concepto del hurto y hasta la radicación de cargos criminales en su contra.

Flores insistió en que la AEE no tiene un plan para detectar hurto exclusivamente entre la gente pudiente, sino que se están investigando todos los sectores residenciales y comerciales a través de la División de Irregularidades en el Consumo de Energía.

Explicó que la selección de  las  urbanizaciones  donde se instalaron nuevos contadores se hizo utilizando tres características: tienen transformadores de piso, contadores de más de cinco años y problemas con las lecturas.

“Como consecuencia del cambio encontramos hurto, porque el hurto está escondido en el medidor y en la base. Por eso se lleva el personal de hurto, porque una de las metas es detectar esa práctica. Pero el propósito principal no es atacar el hurto sino mejorar la tecnología que existe y la medición”, explicó Flores  a Primera Hora.

En turno

Faltan por instalar siete mil contadores de este tipo en tres urbanizaciones de Carolina y dos de San Juan, labor que finalizaría en junio. Para el próximo año fiscal, se comprarían 15 mil nuevos contadores para lugares que tengan transformadores aéreos, que incluirían barriadas, parcelas, residenciales públicos y urbanizaciones de clase media.