Con deudas ascendentes a $50,000 el gobierno municipal logró su titularidad tras ganar una demanda.

Tras una demanda sometida por el gobierno municipal arecibeño para obtener la titularidad del Teatro Oliver, la junta que estaba a cargo de su administración desde el 1983, cedió oficialmente la histórica estructura que permanece en pésimas condiciones.

Además del mal estado, el Teatro Oliver lleva clausurado desde el 2015 y cuenta con deudas acumuladas que superan los $50,000.

“El interés del municipio es que se pueda restaurar el teatro y que pueda operar para la cultura. La Corporación para la Restauración del Teatro Oliver reconoció que la situación económica de la junta y del teatro necesitaban la ayuda del municipio y ellos gentilmente decidieron darle la titularidad del teatro al municipio de Arecibo”, explicó Pedro Jusino Marrero, representante legal del ayuntamiento.

Han pasado cuatro años desde que el municipio presentó la demanda contra la Corporación para la Restauración del Teatro Oliver, junta que administró el inmueble por más de 17 años.

El juez emitió la sentencia el 17 de abril pasado, pero no fue hasta el pasado miércoles que llegó una brigada de ingenieros para evaluar los daños y conocer el total en pérdidas.

Debido a los graves daños que sufrió el teatro, el proceso evaluativo puede durar aproximadamente una semana y media.

Una vez el proceso culmine, se comenzará a buscar el dinero para restaurar el teatro.

 Aunque los daños como el hongo, problemas de humedad y los plafones sobre el suelo pudieron agravarse ante el paso del huracán María, el cierre de la instalación y la falta de mantenimiento empeoraron el estado del teatro.

Según Jesús González, secretario municipal, era necesario resolver quién era el titular del teatro para así conseguir dinero público, estatal, federal y municipal necesario para la rehabilitación.

González no descartó solicitar dinero de FEMA, aunque hizo énfasis en que solo cualificaría si los daños del Teatro Oliver están relacionados al huracán María.

Actualmente, el Teatro Oliver mantiene deudas con las autoridades de Energía Eléctrica ($7,798), de Acueductos y Alcantarillados ($4,475), Caribbean Broadcast Supplies ($$19,824) y el licenciado enleyes Domingo Emanuelli ($19,313).

No es la primera vez que se restaura

El Teatro Oliver, cuya construcción original se remonta al año 1876, ha pasado por varias remodelaciones y hasta demoliciones a través de los años.

Según el arquitecto Jorge Rigau, la primera restauración se dio luego del gran terremoto que sacudió la Isla para el 1918.

“Para el terremoto del 1918, el teatro sufre serios daños. Después de eso, se remodela el teatro y le cambian la fachada. La fachada original era tipo neoclásica, estilo Viejo San Juan. Después del terremoto, le cambian la fachada un poco más ornamentada”, explicó Rigau.

Para las década de 1930 y 1940, el Teatro Oliver se convierte en un gran cine y su arquitectura fue destinada a resaltar los detalles típicos que caracterizan a ese tipo de sala.

A pesar de su valor histórico y arquitectónico, el Teatro Oliver estuvo cerrado desde el 1983 hasta el 2000, cuando vuelve a inaugurarse gracias al diseño y supervisión de construcción del arquitecto Rigau.

“Fueron sobre 17 años que la junta de la Corporación para la Restauración del Teatro Oliver estuvo batallando para levantar dinero y terminar con la restauración. Nosotros le dimos consejos a la junta de que si por casualidad ponían a la venta propiedad aledañas al teatro, que las compraran. El grupo compró tres propiedades y esto fue ideal para el proyecto de restauración porque pudimos darle mayor profundidad al escenario y mayor capacidad técnica. El teatro se equipó con lo mejor del momento”, concluyó el arquitecto.