La fundación BastaYaPR.Inc objetó este viernes las enmiendas propuestas al Código Penal argumentando que el Código de 2012 ha dado resultados en la reducción de la actividad criminal del país y que las reducciones en penas que se proponen para algunos delitos no mejoran la seguridad de la población.

En exposición ante la Comisión Conjunta Permanente de la Asamblea Legislativa para la Revisión Continua del Código Penal, el presidente de la Fundación, Luis Romero Rodríguez, cuestionó ¿si no va a mejorar la seguridad de nuestros ciudadanos, por qué hacer este cambio?

Afirmó, además que, “aunque el Código Penal del 2012 solamente ha tenido dos años de vigencia, ha tenido resultados positivos pues según estadísticas de la Policía, al 18 de octubre se habían reportado 529 asesinatos, lo que representa 190 muertes menos en comparación con la misma fecha del año pasado”.

Agregó que “asumiendo que terminemos el 2014 con 690 asesinatos, eso representa un 41% de reducción al 2011”.

Calificó de “repugnante” la reducción de penas propuestas y afirmó que “resulta en que los derechos de las víctimas son coartados”.

Por otro lado, los doctores Salvador Santiago Negrón y Carmen Albizu García apoyaron las enmiendas. Ambos afirmaron en una ponencia conjunta que “las penas prolongadas, mandatarias y fijas, sin que los jueces tengan discreción para evaluar factores atenuantes y agravantes de los acusados, le hace más daño que bien a la sociedad, a la familia y a las personas convictas de delitos”.

“Estas penas prolongadas, fijas y mandatarias parten de la falsa premisa de que mientras más larga la sentencia, más efectivos somos en combatir el crimen”, argumentaron Albizu García y Santiago Negrón.

Sobre los opositores a la revisión de las penas que defienden penas prolongadas, afirmaron que “esta posición sugiere que propiciar el rencor y la venganza constituye una aspiración legítima de una sociedad civilizada”.

Abogaron por un Código que equilibre “los principios de regulación social y de justicia terapéutica, sin que por ello se desestime el legítimo resentimiento de la víctima por los daños sufridos”.