Hatillo. Tremenda sorpresa que se llevaron los empleados de una vaquería del barrio Capaez cuando fueron a atender el parto de una vaca.

Según Jorge Delgado Pérez, propietario de la ganadería que lleva su mismo nombre, uno de sus empleados asistía el parto de una vaca cuando confrontó complicaciones y fue a buscar ayuda.

“El becerrito no salía. No había manera de sacarlo. El muchacho estuvo ahí tratando como por un hora y no pasaba nada”, indicó Delgado Pérez.

“Nos llamó a mi hermano y a mi. Cuando bajamos a ver, mi hermano verificó y metió la mano y dijo que sintió dos cabezas”, señaló.

Pero aquellas dos cabezas no eran producto de un alumbramiento de gemelos, como puede ocurrir con cierta frecuencia. No, aquellas cabezas eran de un solo becerrito.

Debido a la complicación del parto, los hermanos Delgado Pérez tuvieron que practicarle una cesárea a la vaca.

“Nació con dos cabezas, su cuerpo completito y tres orejas”, detalló Delgado Pérez, quien asegura que en sus 26 años como ganadero jamás había presenciado un acontecimiento como este.

“Fue algo bien impresionante. Yo dije: ‘ay, Dios mío, qué es esto’. En nuestra finca han nacido gemelos, quizás dos o tres veces al año, pero un becerro así con dos cabezas nunca”, manifestó.

Desafortunadamente, el becerrito de dos cabezas, dos hocicos, tres orejas y cuatro ojos, no sobrevivió al procedimiento, según informó Delgado Pérez.

“Cuando lo estaban tratando de sacar al principio él movía sus patas, así que sabíamos que estaba vivo, pero ya cuando lo sacamos, después de hacer la cesárea, estaba muerto”, indicó.

La condición de tener más de una cabeza se le conoce como Policefalia y es una mutación genética extremadamente rara.

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