En la Isla se ha perpetuado la idea de que los bomberos lo único que hacen es extinguir incendios. 

Sin embargo, los pasos de los huracanes Irma y María dejaron al descubierto la gran cantidad de “fuegos” que estos servidores públicos apagan, aún en momentos en que ellos están enfrentando sus propias adversidades.

El jefe del Cuerpo de Bomberos, el capitán Alberto Cruz Albarrán, en entrevista con Primera Hora, dijo que al día de hoy todavía llegan a comunidades aisladas a ayudar a la ciudadanía.

Estimó en casi 400 las misiones que han hecho alrededor de la Isla luego del paso de los huracanes.

La emergencia de María “fue distinta como respondedores de emergencia. Tuvimos que brindar un servicio distinto, tanto en la recuperación como en la remoción de escombros. Tan pronto pasó la tormenta las instrucciones eran abrir caminos, avenidas principales, para llegar a los hospitales”.

Actualmente una brigada de 18 bomberos, que incluyen expertos en manejo de motosierras y fuegos forestales, lleva dos meses en el Bosque Nacional El Yunque, que aún permanece cerrado, cuya misión es “recuperar veredas y que la vegetación vuelva a su estado natural”.

Hace poco más de una semana terminaron “la recuperación de una reserva natural en Maunabo” y visitaron una comunidad aislada en el barrio Bartolo en Lares.

Claro, todas las experiencias que enfrentan a diario son distintas.

“Dios te prepara para las cosas y el tiempo te da la experiencia y tú aprendes a coger las cosas un poco más pausado, para tomar las decisiones que tienes que tomar”, mencionó.

Cruz Albarrán, natural de Isabela y que ahora se hospeda en San Juan, mencionó que lo más que le impactó en las misiones que hizo tras el paso de María fue cuando llegaba a áreas incomunicadas “donde tienes que ir a pie y llegas con los suministros donde estas personas. Se me paran hasta los pelos cuando lo digo, porque tú andas con una botella de agua y esas personas te suplican porque tú se las des”.

Sí dijo que le dejó un mal sabor cuando “ves las condiciones en que están viviendo y tú le dices: ‘aquí tú no debes estar, no te quedes’ y ellos felizmente recogen sus suministros y se van, y te dicen, ‘no, yo de aquí no me voy’”.

Y luego “vuelve a caer una lluvia torrencial y eso se inunda nuevamente”, mencionó.

Parte de las funciones de las brigadas de bomberos incluye limpiar accesos para que los trabajadores de la Autoridad de Energía Eléctrica energicen las zonas.

Fue en una visita a Maricao que el capitán reafirmó el compromiso de su equipo de trabajo. Allí encontró una comunidad aislada porque la carretera se cayó y solo quedó el río. Entre los afectados había un bombero que para llegar a su estación se tardaba a pie una hora y cuarto “y no había dicho nada”. Entonces le permitieron trabajar el turno de día.

En otro caso, un bombero de Humacao lo perdió todo, siguió trabajando desde el día uno, tampoco dijo nada y al décimotercer día cayó en depresión. Fue así que se enteraron de la situación y enviaron una brigada a la casa para recuperar el área y abrir camino.

Cruz Albarrán, que este año cumple 30 de servicio, aunque aceptó que los sistemas de comunicación no están funcionando al 100 por ciento, dijo que se trabaja con “otros medios alternos y no hemos fallado en cubrir una emergencia. Nadie se ha quejado de que no hemos atendido o respondido una emergencia”, agregó.