“Llega este mes y mis padres se ponen bien tristes. Nosotros borramos noviembre del calendario”, dijo en alusión al dolor que les provoca recordar las circunstancias en que murió Karen, una joven madre de 19 años que anhelaba convertirse en periodista  y ser ejemplo de perseverancia para su bebé, en aquel entonces de solo tres meses.

“Ella estudiaba periodismo en la Universidad Sagrado Corazón, pero quería trabajar para poder cubrir los gastos de crianza de su bebé. Y ese día fue a la Joyería Super Precio a una entrevista de empleo. Fue en ese proceso que ocurrió la explosión”, contó Lourdes, quien tenía solo nueve años cuando ocurrió el desastre.

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“Era una niña, pero lo sufrí mucho porque éramos bien unidas. De hecho, dos días antes de morir ella me regaló una tarjeta con un poema que habla del amor entre hermanas a pesar de la distancia. Todavía lo conservo. Lo veo como una despedida”, destacó.

Otra persona que sufrió la muerte de un pariente en el siniestro fue don Bienvenido Tavárez, quien labora en un kiosco de verduras en la Plaza del Mercado de Río Piedras, y recuerda como si fuera hoy el momento en que su hermana se despidió de él para ir a coger un carro público hacia su trabajo. Justo en el momento en que pasaba frente a la tienda Humberto Vidal, ocurrió la explosión.

“Aquello fue una cosa bien grande... esto se estremeció... y ella pasaba por allí en ese momento”, rememoró al hablar sobre su hermana Emelania.

“Todos los 21 de noviembre la recuerdo con nostalgia y voy al cementerio a llevarle flores”, expresó lloroso. 

La tragedia en la tienda Humberto Vidal, que cobró la vida de 33 personas y dejó a otras 69 heridas, ocurrió el 21 de noviembre de 1996.