Río Grande- Una familia que hace dos meses había comprado una casa de concreto en la Carretera 187 en este municipio vivió hoy una pesadilla cuando el caudaloso río Espíritu Santo se le metió en la vivienda y los cuatro integrantes del grupo familiar tuvieron que brincar por una ventana para salvar sus vidas.

“Nosotros no sabíamos que eso se inundaba de esa forma. Si yo llego a saber que eso iba a pasar no me quedo ahí. Yo no iba a arriesgar mi vida y la de mis hijos”, relató Olga León, quien reside en la casa con su esposo Guillermo Calcaño y sus dos hijos, de 20 y 22 años.

La mujer narró que entre 7:00 a 8:00 de la mañana se percataron de que la residencia se estaba inundando. “Llamé al 9-1-1 pero nos dijeron que en medio del huracán no iban a arriesgar sus vidas, que teníamos que esperar a pasaran los vientos”, sostuvo León.

Calcaño dijo por su parte, que después que “pilló” la ventana para resguardarla del huracán, vio venir el golpe de agua. “Era como una ola”, describió la mujer.

Sostuvo que cuando vieron que la casa se les estaba llenando de agua, en medio de los fuertes vientos del ciclón, tuvieron que abrir una ventana para salir de la vivienda.

“Todos brincamos por ahí con el agua al cuello”, dijo al contar que en medio de los vientos se tuvieron que refugiar en una casa de dos plantas abandonada en su vecindario, a la que le había desprendido la mitad del techo.

“Fueron momentos de mucha desesperación. Nos tuvimos que ir para arriba porque la parte de abajo, estaba inundada”, expresó León.

León dijo que su familia lo perdió “todo” y acudió hoy a solicitar ayuda al alcalde de Río Grande, Ángel “Boris” González.

La mujer fue con uno de sus hijos, Bryan José de 20 años, quien sufrió de un ataque epiléptico en la Alcaldía, y fue atendido por paramédicos.

"Él se impresionó mucho al verme a mí histérica", añadió León.

Tomás Ramos, residente del sector Hong Kong y a quien también se le inundó su vivienda por la crecida del río Espíritu Santo, nunca antes había visto al afluente con ese enorme caudal.

“Es la primera vez que la viví”, sostuvo Ramos.

En horas de la mañana y la tarde, el Alcalde ríograndeño tuvo que desalojar varias familias de los sectores cercanos al río Espíritu Santo por la enorme crecida del afluente, que se juntó con otro río desbordado en el sector.

Muchas personas de los sectores Hong Kong, Jardines y Villas de Río Grande no quisieron irse a refugios el martes para esperar el ciclón, pese a los llamados que les hizo el Alcalde.