Un nuevo estudio realizado por dos reconocidos investigadores analiza la posibilidad de que las temporadas de huracanes en el Atlántico se  caractericen cada vez por el desarrollo de fenómenos atmosféricos más débiles y en menor cantidad. 

El Atlántico, coincidieron, parece estar entrando en un ciclo  de menos actividad ciclónica, tal y como  ocurrió en los años 1970 y 1980, según el reporte publicado en la revista Nature Geosciense.  

La razón podría estar relacionado con la caída de los niveles de enfriamiento y salinidad, cerca de Groenlandia. Estas condiciones, teorizan,   cambian el clima local y los patrones en el océano, provocando una temporada más tranquila y el desarrollo de fenómenos menos intensos.  Estos períodos pueden durar hasta 25 años.

Uno de los investigadores que encabeza el estudio, Phil Klotzbach dijo que desde el 2012 este es el patrón que se ha manifestado en el Atlántico, aunque aún es difícil determinar sí se ha entrado en un período que podría extenderse hasta por 25 años. “Estamos haciéndonos la pregunta”, planteó.

Argumentó que entiende que  el “busy cicle” ciclónico comenzó en el 1995 y culminó en el 2012, año que comenzaron a presentarse temporadas de huracanes menos fuertes.   En este período, sólo en el 2005 hubo desarrollo de fenómenos más intensos, como lo fue Katrina.

Klotzbach no analizó, se explicó,  cuando una tormenta toca tierra sino su fortalecimiento y tiempo de vida. Aclaró, sin embargo, que porque sea una temporada tranquila no quiere decir que una ciudad no pueda ser devastada. 

Hay expertos que rechazan el estudio o encuentran muy prematuro  llegar a una conclusión de este tipo.  Por ejemplo, Kerry Emanuel, profesor de meteorología, dijo que no cree en la conexión entre la temperatura del océano y los niveles de salinidad con una temporada de huracanes más débil.  “Pienso que el período de calma de 1970 y 1980  estuvo relacionado a la contaminación de azufre”, dijo Emanuel.