Más visitas a otros lugares para conseguir alimentos y prueban nuevas marcas.

La falta de electricidad en la Isla, a consecuencia del azote del huracán María, cambió muchas cosas en la ciudadanía, incluido los hábitos de consumo.

Esto es parte de lo que confirma la Radiografía del Consumidor 2018, un estudio encomendado por la Cámara de Mercadeo, Industria y Distribución de Alimentos (MIDA), y cuyo adelanto se dio a conocer ayer.

“Radiografía nos muestra este año un consumidor diferente al que habíamos visto en los últimos tres años. Un consumidor que pasó por un proceso de transformación que lo llevó a cambiar sus intereses y prioridades”, informó Ricky Castro, presidente de MIDA.

Entre los datos revelados está que durante la emergencia el consumidor incrementó significativamente la frecuencia de sus visitas “a todos los canales” para adquirir alimentos. 

“Específicamente, el consumidor afirmó visitar el supermercado un promedio de 11 veces al mes, seguido de 6.5 veces a las panaderías, 4.4 veces a las estaciones de gasolina y 2.2 veces a la farmacia”, se informó.

“Este año vemos cómo el criterio de la variedad incrementó su importancia a la hora de seleccionar el establecimiento donde comprar los alimentos. Todos estos cambios guardan relación con la falta de artículos en góndola que se ha experimentado desde María”, expresó, por su parte, Manuel Reyes Alfonso, vicepresidente ejecutivo de MIDA. 

Para octubre pasado el porciento de faltantes en góndola se encontraba en un 47% y todavía hoy ronda el 20%, cuando sus niveles normales fluctúan en 15%. Este escenario ha llevado al consumidor a preferir aquellos comercios, independientemente del canal, que tengan una oferta de alimentos más variada. 

Esto pudo haber sido causa para que tres de cada diez consumidores o 29% hayan probado nuevas líneas y marcas de productos durante la emergencia, lo que representa oportunidades para nuevos productos y comercios.