El líder independentista Juan Mari Brás pasó casi la mitad de su vida bajo el ojo inquisitivo del aparato de los gobiernos de Puerto Rico y Estados Unidos. Fueron 38 años recogidos en 81 carpetas con un total de 19,232 páginas.

Hoy, al cumplirse 86 años del natalicio de Mari Brás, esos voluminosos expedientes están accesibles al público general en un archivo digital creado por la fundación que lleva su nombre, y que permitirán a los estudiosos y seguidores del fenecido líder del Partido Socialista Puertorriqueño conocer detalles de algunas de las facetas más importantes de su vida.

“Se trata de un material para los historiadores de una valía muy grande porque el seguimiento era tan intenso. Vas a tener ahí las charlas, los documentos, las reuniones que se hacían en las organizaciones, piquetes, marchas, actividades de Lares, actividades de todo tipo”, indicó el catedrático José Javier Colón Morera tras la presentación del archivo digital, efectuada en la Escuela de Comunicación del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPR).

“Toda la actividad política, en cierto sentido, está documentada ahí”, añadió.

Las carpetas de Mari Brás, quien falleció en el 2010 a los 82 años, están disponibles en la dirección www.juanmaribras.org.

Colón Morera explicó que las 19,232 páginas digitalizadas por Tere Rodríguez integran 44 carpetas de la Policía de Puerto Rico y 37 del gobierno federal, que incluye al Negociado Federal de Investigaciones (FBI, en inglés) y el Servicio Secreto de Estados Unidos. El dirigente independentista las obtuvo a lo largo de los años a través de la Ley federal por la Libertad de la Información (FOIA, en inglés).

El periodo documentado abarca desde que Mari Brás era un estudiante universitario en 1947 hasta el 1985, cuando se desempeñaba como abogado y analista político.

Pero Colón Morera advirtió que el material debe ser examinado con sumo cuidado y sentido crítico debido a su propia naturaleza.

“Hay unos comentarios de los agentes, a veces hay una extrapolación que el investigador tiene que tener cuidado porque es un documento que se quiere justificar a sí mismo como un tema de que la persona es peligrosa, etcétera, así que no puedes tomar como cierto todo lo que dice, pero te da unas pistas y unos documentos que, a veces, se han perdido en la historia”, abundó el profesor de Ciencias Políticas.

Colón Morera advirtió, además, que contrario a los expedientes recopilados por el gobierno federal, las carpetas fabricadas por la Policía estatal incluyen material íntegro, que revela, no solo los datos sobre el sujeto investigado, sino sobre los informantes y confidentes que hicieron el trabajo.

Sin embargo, dijo que el contenido de las carpetas del gobierno local plantea interrogantes sobre la posibilidad de que algunos folios hayan sido extraídos previo a su entrega.

“Se supone que se entregara la carpeta del hijo de Mari Brás que fue asesinado, Santiago Mari. Esa nunca apareció. Ese tipo de cosas te levanta muchas banderas de que, antes del proceso de entrega formal, hubo algún tipo de proceso mediante el cual se sacaron informaciones de ahí. Podemos hablar con mucha confiabilidad del proceso una vez el tribunal de Puerto Rico toma jurisdicción... pero antes de la entrega, no sabemos”, sostuvo.

Cerca de 135,000 ciudadanos militantes en distintos frentes recibieron a partir de 1992 los expedientes confeccionados por el Gobierno, luego de concluir el caso “Noriega vs. Gobernador”, que ordenó su entrega.

El licenciado José Juan Nazario de la Rosa, uno de los abogados en ese pleito, también participó en la presentación, y comentó que, aunque el periodo de las carpetas culminó, la persecución aún sigue vigente.

  

“Hemos pasado de la vigilancia física y manual de expedientes y carpetas materiales a la vigilancia electrónica y, más reciente, digital”, afirmó Nazario de la Rosa.

“Las carpetas se entregaron en ese momento; la persecución no ha cesado”, puntualizó.