Mientras comienza a registrarse las lluvias del remanente de la baja presión que llegó a llamarse Danny, los embalses con los niveles más críticos, Carraízo y La Plata, aumentaron levemente por un centímetro.

El aumento de Carraízo se debió a que estuvo fuera de funciones como parte del plan de racionamiento, en el que los 140,000 abonados solo tiene agua potable dos días a la semana.

En este periodo de racionamiento de cuatro días, el embalse tiene un patrón de descenso de cuatro centímetros diarios, según el informe de los niveles de los embalses publicado por la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA) a las 5:00 a.m.

Carraízo está en la última fase de uso, el de control, con 33.74 metros. Quedaría fuera de funciones al alcanzar los 30 metros, cuando su nivel óptimo es 41.14 metros.

Según el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés), a eso de las 6:30 a.m., en varios ríos y quebradas afluentes del embalse se habían registrado casi una pulgada de lluvia, específicamente 84 centésimas de pulgadas de lluvia. Estos aguaceros son productos de los remanentes de Danny, que en su ruta al Caribe llegó a ser un huracán de categoría 3.

La Plata, entretanto, aumentó un centímetro pese a que se le sirvió agua potable a la parte sur del plan de racionamiento que afecta a 180,000 abonados, residentes de Bayamón, Guaynabo, Toa Baja, Toa Alta, Cataño, así como sectores de San Juan, Corozal, Naranjito y una urbanización de Dorado.

El plan de racionamiento de este cuerpo de agua es dos días sin servicio y un día con agua potable. Con este patrón el promedio de descenso diario es de cinco centímetros, según la AAA.

El embalse se encontraba esta madrugada en 34.76 metros. Llegaría al nivel “fuera de servicio” a los 31 metros, cuando su nivel óptimo es de 51 metros.

En horas de la madrugada y la mañana de este martes, La Plata no registra la entrada de muchos aguaceros. La USGS detectó solo siete centésimas de pulgadas de lluvia.

El crítico estado de Carraízo y La Plata se debe al impacto que ha tenido la sequía extrema en su cuenca. La deficiencia de lluvia, de entre 20 a 50 pulgadas de lluvia, ha llevado a estos cuerpos de agua a descender en nivel drásticamente en un periodo de cerca de cinco meses.

A diferencia de este panorama de escasez de agua en la mitad este, los embalses del oeste muestran altos niveles. De hecho, Guajataca, en Quebradillas, continúa cercano al nivel de desborde. Está en 195.84 metros y su nivel máximo es de 196 metros.

Por otro lado, los otros cuatro embalses en niveles críticos, Patillas, Cidra, Río Blanco, en Naguabo, así como Toa Vaca, en Villalba, descendieron de nivel en las pasadas horas entre cuatro a un centímetro. Ninguno de estos embalses está en planes de racionamiento.

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