Dos días después del paso del huracán María, en medio de la devastación y la falta de comunicación, Elnuevodia.com hizo un llamado a través de la sección Minuto a minuto –leído por la estación Wapa Radio–, para que unos padres en Guánica se comunicaran con el Hospital Cardiovascular. Fue así como la Defensa Civil de ese municipio, que escuchó el pedido –junto a cientos de radioyentes preocupados–, fue en busca de Cheira Ruiz Burgos y José G. Troche, padres de una bebé hospitalizada en intensivo que debía ser trasladada al Miami Children Hospital para una cirugía de emergencia.

“Debido a que la nena estaba intensivo solo la podía ver por una hora al día y con la llegada del huracán, no me podía quedar en el hospital. Pero desde el martes, cuando me despedí de ella, yo tenía como un presentimiento, estaba muy ansiosa y me pasaba llorando”, cuenta Ruiz, quien dice que casi se desploma cuando una vecina le dijo que la Defensa Civil la estaba buscando porque debía regresar al hospital.

“Fue muy difícil”, recordó la madre de 32 años, en entrevista telefónica, tras resaltar que la bebé, de 26 días de nacida, Gabriellyz Troche Ruiz, lleva una semana operada de corazón abierto y se recupera muy bien de una de las tres cirugías que le tienen que hacer.

Ahora Ruiz respira más aliviada, pero reconoce que la logística para llegar de Guánica a San Juan y luego viajar en ambulancia aérea hasta Miami, fue bastante cuesta arriba en un momento en que las comunicaciones eran casi inexistentes y el paso por las carreteras muy difícil.

De hecho, según contó el director médico del Hospital Cardiovascular, Carlos Sotomonte, quien coordinó los esfuerzos, fue una situación en la que se presentaron muchas dificultades, aunque todas se lograron vencer.

“Los textos no llegaban, las llamadas no salían… Fue un proceso largo que empezó la misma noche del huracán, hasta que finalmente lo pudimos coordinar y el trabajo de la gente del Miami Children Hospital fue ‘outstanding’ (excepcional)”, indicó el médico, tras señalar que además de la niña, al otro día también viajó otro bebé, ambos con condiciones cardiovasculares congénitas severas que requerían de unas cirugías que se deben hacer a los pocos días de nacer.

“Estaban identificados para operarse aquí en el Hospital Cardiovascular. Cuando llegó la noche del huracán nos dimos cuenta que íbamos a tener problemas con los servicios a corto plazo debido a la electricidad. Nosotros tenemos planta, pero aun así no te dan la seguridad de operación normal y completa que se requiere para este tipo de cirugía que es muy delicada”, agregó Sotomonte.

Según explicó, tanto el cirujano a cargo, Cid Quintana, como los pediatras intensivistas, entendieron que lo más correcto era transferir a los bebés lo más rápido posible a Estados Unidos.

“El doctor Quintana hizo un llamado de cooperación a la Sociedad Americana de Cirujanos Torácicos y se recibieron muchos voluntarios dispuestos para atender a esos bebés. Pero también se consiguió a una doctora puertorriqueña en Miami Children Hospital, quien apenas escuchó de lo que se trataba activó a su equipo”, destacó el director médico.

Se refiere a la doctora Darlene Santana, intensivista cardiovascular, contactada por el doctor Ricardo García, intensivista pediátrico y director médico del Unidad de Intensivo del Hospital Pediátrico Universitario. “Le expliqué las circunstancias. Ella rápido se puso a la disposición, discutimos el caso y lo aceptó, con la bendición de que también enviaron una ambulancia aérea a recogerlos”, explicó el doctor García.

Pero todas estas conexiones se estaban haciendo dentro de la medida que las llamadas telefónicas lo permitían. De hecho, todavía no habían podido contactar a los padres.

“Nosotros habíamos avanzado el proceso porque entendíamos que los padres iban a estar de acuerdo. El Miami Children Hospital proveyó una ambulancia que es muy especializada. Y, a través del Centro de Comando de FEMA y el Departamento de Salud de Estados Unidos, pudimos hacer los contactos con la torre del aeropuerto para que permitiera el aterrizaje del avión”, contó Sotomonte.

Además, a través del Centro de Emergencia de la Administración de Servicios Médicos (ASEM), se logró contactar a Emergencias Médicas estatal para coordinar la ambulancia especializada para el transporte hasta el aeropuerto, cuando había una gran demanda y sobrecarga de trabajo.

“Los bebés llegaron bien y los papás reciben el apoyo del hospital. Las dos cirugías salieron muy bien. Lo importante de todo esto es que cuando se llamó a pedir esa ayuda, nadie preguntó quién iba a pagar y fueron muchos los que se ofrecieron”, destacó Sotomonte, quien dijo que esta situación le recordó que cuando la gente tiene que proteger al indefenso todo el mundo se pone a disposición.

“La coordinación fue difícil, pero no fue por falta de voluntad, era por la inclemencia del clima. Obviamente siempre es satisfactorio saber que, si bien no se les pudo ayudar acá como estaba planeado en principio, al pedir ayuda, en cuestión de 24 horas se consiguió algo que era virtualmente imposible”, dijo aliviado el director médico, mientras aprovechó para anunciar que el próximo martes el Hospital Cardiovascular comenzará a operar normalmente.

El doctor García también resaltó que, aunque fueron dos días muy intensos para lograr un traslado que en circunstancias normales es mucho más fácil “estamos aquí por la satisfacción que nos da poder ayudar al paciente y de verdad que si lo tuviéramos que hacer todo de nuevo, lo haríamos”.

Por otro lado, se dio a conocer que Ruiz Burgos también es mamá de Derek, un niño de 10 años que se quedó en la isla. Por eso dice que todavía le preocupa que no ha logrado conseguir un pasaje para que viaje hasta Orlando, donde se quedaría con un familiar cercano.

“Yo estaría más tranquila si él estuviera aquí. Pero he llamado a diversas líneas áreas y no he podido conseguir pasaje”, indicó preocupada Ruiz.

“Necesito que me ayuden a lograr que el nene llegue hasta acá. La trabajadora social del hospital nos hizo una carta explicando la situación de la nena y de que le dieran prioridad al nene, pero no se ha podido lograr. Llamé a Jet Blue y nada”, agregó angustiada, tras indicar que si alguna línea área tiene un pasaje para su hijo, puede contactar a su suegra, Zoraida Rivera al (787) 376-6237.