La organización medioambiental Casa Pueblo, que cuenta con la primera antena en Puerto Rico y el Caribe alimentada por energía solar y pronto estrenará la primera sala de cine operada de esta forma, celebra hoy sus 38 años como defensor de la naturaleza.

"Celebramos 38 años cumpliendo con nuestra responsabilidad de proteger los bosques y nuestras aguas. En ese proceso hemos aprendido y cambiado mientras construimos alternativas que representan esperanza en hechos", dijo hoy a Efe el director asociado de Casa Pueblo, Arturo Massol Deyá.

La misión de Casa Pueblo, que funciona desde Adjuntas, es la protección de la naturaleza, los recursos culturales y humanos.

El origen de Casa Pueblo se remonta a 1980, cuando los fundadores de la organización lanzaron una campaña contra el Gobierno de Puerto Rico para evitar la puesta en marcha de una explotación minera en diecisiete yacimientos de plata, oro y cobre.

Casa Pueblo fue protagonista, además, en los últimos años de la gran lucha para evitar el Gasoducto del Norte o Vía Verde, con el que el Gobierno local pretendía atravesar la isla.

"En ese caminar también hemos descubierto otro camino, uno alterno al de las dependencias que esclavizan, que, en lugar que nos impongan injusticias, tomamos control de nuestro propio destino, desde nuestras comunidades", reflexionó Massol Deyá.

"Ese poder social debe ser ejemplo y referente suficiente de que podemos como país aspirar diferente. Son 38 años bien sudados, pero donde la felicidad por luchar no la borra ninguna Junta (de Supervisión Fiscal) ni ninguna medida de austeridad. Felices de hacer por nuestro pueblo", resaltó el líder ambiental.

Entre los proyectos emblemáticos de Casa Pueblo están la primera emisora comunitaria y ecológica Radio Casa Pueblo 1020AM, el primer Bosque Escuela y una Escuela de Música, un mariposario, un sistema de cultivo hidropónico, una tienda artesanal y una biblioteca.

Casa Pueblo también está detrás del Bosque del Pueblo y Bosque La Olimpia y maneja comunitariamente estas unidades forestales donde se producen las aguas que abastecen a más de un millón de habitantes.

Desde 1999, la sede funciona con energía solar y, tras el paso del huracán María en septiembre pasado, sirvió de oasis energético, mientras se pudo articular una respuesta de ayuda humanitaria junto a muchos sectores, incluida la solidaridad de la diáspora puertorriqueña.

La ayudas incluyeron la distribución de unas 14.000 lámparas solares, miles de filtros de agua, motosierras y sistemas de urgencia solar para equipos médicos.

En la fase de reconstrucción, puso a funcionar el primer transmisor de radio del Caribe y se instalaron neveras solares para 55 familias distribuidas en todos los barrios del municipio, entre otras iniciativas que pretenden cambiar el paisaje energético de Adjuntas y Puerto Rico.

La celebración de hoy incluirá talleres educativos de energía fotovoltaica con el ingeniero Gerson Beauchamp, miembro de la Junta de Directores de Casa Pueblo y catedrático del Departamento de Ingeniería Eléctrica de la Universidad de Puerto Rico, campus de Mayagüez, y por técnicos instaladores de sistemas solares.

Se ofrecerán también recorridos con guías-intérpretes que darán a conocer la historia de 38 años de luchas comunitarias, conflictos y aportaciones en la protección de las aguas, los bosques y los residentes de la isla.

Casa Pueblo presentará hoy sus próximos proyectos energéticos: el colmado, la barbería y la primera casa cien por cien solar.