Cayey.- En un ambiente de festejo y emoción, cientos de estudiantes y maestros volvieron hoy, lunes, a las instalaciones de la Academia La Milagrosa, cuando el plantel reabrió sus puertas, después de que un tribunal ordenara, el mes pasado, que cesara sus operaciones.

La institución pudo recibir a sus alumnos después de recibir la autorización por parte de la Oficina de Gerencia de Permisos (OGPe), sujeto a cumplir una serie de condiciones relacionadas a un largo pleito legal que duró cerca de una década entre la academia y algunos vecinos del área.

"Retornamos victoriosos", manifestó Luz M. León, directora de la Academia La Milagrosa.

Decenas de maestros y empleados recibían con algarabía a los padres que los saludaban al llegar para dejar a los estudiantes.

Incluso, prepararon banderines, camisas y cartulinas con mensajes para la ocasión.

"Se siente bien (volver) porque es como uno perder el hogar y regresar a él", expresó Héctor Álvarez, estudiante de octavo grado.

El júbilo de la matrícula también se manifestó durante un acto que se realizó frente a los salones, donde la administración agradeció el apoyo de la comunidad. También entonaron canciones y declamaron poemas. Los mensajes apuntaban a que la lucha que desarrollaron juntos, y que incluyó marchas frente a La Fortaleza, estrechó los lazos de hermandad.

"Yo estoy desde… esta fue mi primera escuela", dijo el pequeño Andrés, de segundo grado. "Es la mejor escuela del mundo y me gusta mucho".

Algunos padres, como Omayra Padró, reconocieron que el proceso fue difícil para muchos alumnos que vieron su rutina interrumpida repentinamente.

"Fue bien difícil, pero afortunadamente nos abrieron las puertas en la Iglesia Bautista (de Cayey). Fue difícil, pero lo pudimos sobrellevar, y aquí estamos", sostuvo Padró.

La academia existía antes de que se construyera la urbanización, que se desarrolló luego aledaña a la institución. Algunos vecinos de allí radicaron una demanda, en la que planteaban que se veían afectados por el tránsito de la escuela a la hora de dejar y recoger a los estudiantes.

Después de un extenso proceso legal, las partes firmaron un acuerdo el 22 de agosto para que el transito escolar entrara por la carretera PR-171 y saliera por la calle Ladera, con personal de seguridad que regule el tráfico, dándole prioridad de paso a los residentes de las urbanizaciones aledañas en las horas pico.

"Esto lo hacíamos desde que hicimos un acuerdo temporal", manifestó León.

"Nosotros siempre estuvimos en la disposición de llegar a un acuerdo. Solo esperamos que este haya sido el punto final a todo y podamos seguir con el servicio de educación que por más de 30 años hemos ofrecido", afirmó.