El reloj marcaba las 2:00 p.m. del sábado, cuando miles de personas ya iban subiendo con ánimo y paso acelerado por la calles del Viejo San Juan para asistir a la 44 edición de las Fiestas de la Calle San Sebastián, que iniciaron el jueves y concluyen el domingo en el casco antiguo de la ciudad capital.

La bienvenida a la celebración la daba el tráfico a la entrada de la Isleta de San Juan, donde policías municipales comenzaban a desviar el tránsito, ya que el paso vehicular se había cerrado para el público general desde el mediodía.

Pero eso no parecía impedir el espíritu festivo que latía entre los asistentes, quienes caminaban desde el lado norte del Capitolio, casi al paso de la música que venía como una ráfaga desde las adoquinadas calles.

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Adultos, jóvenes y niños aceleraban el paso con el deseo de llegar al carnaval, donde casi todo problema parecía quedar en el olvido.

Entre tanto ritmo, llamaba la atención la serenidad de varios ciudadanos, quienes apostados en sus sillas en una de las aceras de la calle Cruz, observaban a la gente caminar calle arriba, a la vez que disfrutaban de las batucadas que han desplazado a la típica plena en esta celebración.

 “Este año (siento el ambiente) más tranquilo y más cómodo que todos los años anteriores. Llevamos varios años viviendo aquí en el Viejo San Juan y te diría que es de los mejores años que han estado las Fiestas”, indicó Edgar Acosta, residente de la calle Cruz, quien se encontraba disfrutando de la celebración en compañía de su esposa, Rosa Estrella, así como de su amigo Gerardo Coronado.

Acosta y su esposa, coincidieron que hasta el momento todo había transcurrido con normalidad y que los puntos de cotejo, que el Municipio de San Juan quería implementar, pero que fueron declarados inconstitucionales por la jueza Giselle Romero del Tribunal de San Juan, no fueron necesarios.

“Hasta ahora hemos visto que no eran necesarios, iba a ser un caos para poder entrar y salir y a lo mejor eran más negativos que positivos, pienso yo”, agregó Acosta.

“Han sido muy buenas, ha estado todo muy organizado, muy bueno, entiendo que lo que se hizo de sacar las verjas fue favorable para todos”, dijo Rosa Estrella.

 

Otros que opinaron de forma similar, fueron los esposos Bernardo y Sylma Fiol, quienes asistieron a la celebración con su hija, Amaia. Llegaron a las fiestas a las 8:00 a.m., estacionaron en una de las calles del Viejo San Juan y estaban satisfechos con el evento.

“Veo la organización igual que otros años... Venimos con la nena, como todos los años, y la estamos pasando muy bien”, indicó Bernardo.

El sol estaba en todo su esplendor y el calor se empezaba a sentir. Las calles se iban haciendo más estrechas y el paso se dificultaba, a la vez que comparsas publicitarias iban en aumento, pero la gente seguía subiendo hasta la calle San Sebastián.

Hasta la ansiada calle, ya habían arribado Rafael Díaz, Michelle Sánchez e Ivonne Rosario, quienes estaban de pura celebración, con sonrisas de oreja a oreja. No habían tenido problemas en llegar y repetían lo que otros, que percibían mejor organización que en años anteriores.

“El tráfico fue bien bueno, bien organizado”, dijo Michelle Sánchez.

 Seguido, su esposo, Rafael Díaz, comunicó que habían llegado a las 10:30 a.m. en su vehículo y que no habían tenido ninguna situación diferente a la de otros años. Dijo que percibía mayor presencia policiaca.

Ivonne Rosario, amiga de la pareja, manifestó que tomó la Lancha de Cataño y que le sorprendió el comportamiento de la gente. “La Lancha de Cataño estuvo espectacular. Organizado, no había fila y la gente hizo caso, que eso en Puerto Rico no es muy común. Estuvo bien pero que bien bueno”, manifestó.

Mientras la música seguía y el olor a fritura se esparcía, la familia Laureano, subía a toda prisa por la calle Norzagaray para llegar hasta la tarima principal en la Plaza del Quinto Centenario. Salieron de Bayamón a la 1:00 p.m. en el Tren Urbano y luego tomaron la guagua de la Autoridad Metropolitana de Autobuses (AMA) que los dejó frente al Capitolio.

 “La experiencia ha sido bien buena. Nos tomó una hora llegar, pero fue rapidito. Hemos venido anteriormente, y la organización este año he visto que es mejor”, comentó Omar Laureano, acompañado de su esposa Glenda Ríos y de su hijo Jomar.

Al cuestionarle por la seguridad en el evento, el matrimonio comentó que había visto mucha presencia policiaca y que se sentían seguros.

 Minutos después, el comisionado de la Policía Municipal, Guillermo Calixto Rodríguez, indicaba que cerca de 650 guardias municipales seguirían activados durante las fiestas.

También destacó que no se había reportado, hasta ese momento, ningún incidente lamentable, a excepción de dos arrestos ocurridos en la noche del viernes, debido a una pelea reportada que pudo ser controlada.

 “Nosotros hemos destacado todos los recursos necesarios para que la festividad se de en orden, más allá de algunos choques, diferencias, peleas que ha habido, no hemos tenido mayores controversias”, informó.

“Todo se ha mantenido totalmente en orden en un ambiente de festividad extraordinario”, agregó el comisionado de la Policía Municipal, quien junto al superintendente James Tuller, visitó el centro de mando -ubicado en la alcaldía de San Juan-, donde se monitorean las fiestas a través de más de 100 cámaras de seguridad, que están ubicadas en diversas calles de la ciudad. 

“Es cuatro veces lo que había el año pasado. Además, tenemos una torre de vigilancia que está en la misma San Sebastián, y todo el sistema se comunica entre sí”, expresó.

A las 4:00 p.m. la gente seguía subiendo, la calle San Sebastián les esperaba.