Hatillo. Ante la petición del municipio de Lares, uno de los cementarios del pueblo hatillano estará disponible para recibir a varios cadáveres de la Ciudad del Grito.

“En el cementario del barrio Aibonito (cercano a Lares) hay 14 fosas disponibles y tengo entendido que los cuatro cadáveres de Lares van a ser enterrados allí. Se le notificó a la gente de Lares y creo que se está haciendo las gestiones”, dijo ayer la secretaria del alcalde de Hatillo, Vivian Romero.

El martes, el primer ejecutivo lareño, Roberto Pagán, confirmó que el único cementario en el pueblo sufrió grandes daños en su estructura ante las fuertes lluvias del huracán María, afectando a más de 3,000 féretros. Por tal razón, Pagán le hizo una petición, primeramente, a Hatillo para sepultar los cadáveres en uno de sus cementerios. Originalmente, Pagán dijo que Hatillo le comunicó que no podía ayudarlo en esa solicitud y entonces se encaminaba a pedirle una nevera especial a la Guardia Nacional para conservar los cuerpos.

Romero, a su vez, dijo que su municipio aún no ha recibido ayuda de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) en aspectos tan básicos como agua y alimentos. “Nada en absoluto”, comentó la secretaria del ejecutivo José ‘Chely’ Rodríguez. “Nos dijeron que la ayuda iba a llegar a una armería de la Guardia Nacional en Arecibo, pero todavía no nos han notificado nada. Hay mucha gente solicitando agua potable y alimentos. Hay mucha gente desesperada”, dijo Romero.

En este municipio, hay personas refugiadas en la escuela Padre Aníbal Reyes del barrio Campo Alegre, confirmó Romero, sin precisar la cantidad. “Sé que hemos recibido refugiados de Arecibo. Ya tenemos más de 1,000 reclamos de personas sin viviendas”, agregó Romero al señalar que el hospital IPA19 está operando a tiempo parcial (10:00 a.m. – 2:00 p.m.) ante la escasez de diésel. “Solo están atendiendo casos extremos”.

Ante la falta de agua, el municipio ha establecido diferentes oasis en el pueblo. Uno de ellos ubica en el Parque del Norte. Allí, una familia recogía agua con varios envases plásticos. “Esto está fatal. No hay agua ni casi comida. Ni tampoco dinero porque es una locura ir al banco”, manifestó Antonio Crespo, de Buena Vista.