Si las cenizas de un difunto son esparcidas en el mar, ¿dónde su familiar puede ir a manejar su duelo?

La Iglesia Católica permite la cremación, pero su primera opción es que el difunto sea sepultado en un cementerio o en otros lugares sagrados.

El cementerio “es un lugar donde esa persona puede ir a trabajar su duelo. Si mi voluntad es que tiren las cenizas al mar, ¿dónde le voy a rendir culto a esa persona o a trabajar con el duelo?”, sostuvo Cruz al agregar que siempre la iglesia estuvo en contra de que las cenizas no sean enterradas.

Relacionadas

Destacó que hay personas que disponen que quieren ser cremadas pero “no piensan en esa esposa, en esos hijos que a lo mejor necesitan ese espacio y ese lugar para ir a recordarse de ti, a llevarte flores”. 

Elaborado por la Congregación para la Doctrina de la Fe, el documento católico establece que no se permite la conservación de las cenizas en el hogar ni la dispersión de las mismas en el aire, tierra o agua.

Tampoco apoya la conservación de las cenizas en recuerdos conmemorativos, piezas de joyería u otros artículos.

Por el contrario, si se opta por la cremación deberán buscar un lugar “sagrado” para guardar las cenizas.

Ese lugar podría ser el columbario de una iglesia o un espacio definido a tales propósitos en un cementerio. 

El monseñor Leonardo Rodríguez, de la Parroquia María Madre de la Misericordia en Guaynabo, acogió con beneplácito la directriz de Roma.

“Era una aclaración que hacía falta porque estábamos un poco preocupados de lo que hace la gente con las cenizas de los fallecidos. Ahora, con esta comunicación, es más seguro y definitivo el proceso de disponer de las mismas”, expresó.

Al plantearle que acoger esta determinación supone para los feligreses un gasto adicional, Rodríguez dijo: “si gastamos dinero en otras cosas”.

El religioso, que habló a nombre del arzobispo de San Juan, Roberto González Nieves, indicó que la iglesia podría negar el funeral de una persona, siempre y cuando esta o su familia haya anticipado el deseo de disponer de las cenizas de las maneras que se han prohibido.

“Si lo hiciera para negar la fe, se podría considerar la posibilidad de negarle las exequias”, manifestó el sacerdote.

Mientras, Cruz advirtió que las cenizas, que por ejemplo son guardadas en el hogar, podrían terminar en el piso, si se cae la urna.

“¿Qué respeto hay para esa persona y de ese mismo cuerpo que sigue siendo templo del Espíritu Santo? Eso es como un sacrilegio”, argumentó el tanatólogo católico al destacar que “la casa no es para tener un cuerpo presente”.