La odisea que han vivido por las últimas semanas los estudiantes del Colegio La Milagrosa, en Cayey, podría llegar a su fin tan pronto como a principios de septiembre, luego que la administración del centro docente y la Asociación de Residentes de la urbanización El Prado llegaran a varios acuerdos este viernes en medio de una vista argumentativa en la oficina regional de Humacao de la Oficina de Gerencia de Permisos (OGPe)

Según explicó Miguel Santiago, padre de dos estudiantes de la institución educativa, los abogados de las partes en conflicto se reunieron para establecer un diálogo antes de comenzar la vista.

"Luego de una hora y media aproximadamente, se dio una unión de ideas y voluntades y se desarrolló un plan para resolver este pleito, que lleva más de 10 años", manifestó Santiago, quien acudió a la audiencia junto a otros familiares, estudiantes y maestros.

Uno de los puntos más destacados del acuerdo tiene que ver con el tráfico hacia el colegio. Al respecto se acordó que en horas tempranas de la mañana, hasta las 8:20 a.m. será únicamente por la entrada de la PR-171, mientras la salida será por uno sólo de los portones de la academia.

Después de esa hora, esa entrada se cerrará hasta las 2:20 p.m. Cualquier persona que interese llegar al colegio durante el horario del cierre, deberá usar la calle Ciprés de la urbanización El Prado, adelantó Santiago.

También se acordó que ciertas actividades que generan mucho tránsito, como la velada navideña y el tradicional "talent show" del colegio se realizarán fuera de la academia. Sin embargo, los torneos y los días de juego continuarán en el colegio, pero los padres y familiares deberán seguir el plan de tránsito.

"Estos acuerdos y otros más formarán parte de la resolución que emita la OGPe. A cambio, los vecinos deben retirar la demanda del Tribunal de Guayama y la querella en la OGPe. Por su parte, el colegio tiene que integrar estos acuerdos en el reglamento escolar y velar que los padres los cumplan", acotó Santiago.

El convenio surgió en medio de una disputa legal que provocó que el colegio tuviera que cesar operaciones el pasado 12 de agosto, cuando la jueza Diana Pérez Pabón, del Tribunal de Guayama, ordenó el cierre inmediato del recinto.

En ese momento, la escuela tenía una matrícula de 545 estudiantes. Esa cifra podría haber bajado luego del cierre.

En el interín, los alumnos se han reunido en los predios de la Primera Iglesia Bautista, de Cayey.

Santiago añadió que lo que procede ahora es que los abogados de los demandados y los demandantes redacten los acuerdos para presentarlos en la OGPe y en el tribunal. Todo este proceso podría tomar varios días, por lo que el hombre entiende que los estudiantes podrían regresar a sus aulas a principios de septiembre.

"Si esto se hubiera hecho desde un principio, nos hubiéramos ahorrado todo esto. Esto debe servir de ejemplo para muchísimas cosas, de como el diálogo facilita las cosas", puntualizó Santiago.