El recorrido histórico cultural del proyecto “Rodando la historia: Navidad antillana en bicicleta” continuó durante la pasada semana su aventura en Cuba, donde pedalearon de oriente a occidente de la isla y recibieron el Año Nuevo en la histórica ciudad colonial de Trinidad.

El proyecto busca revivir las conexiones históricas entre Puerto Rico, República Dominicana y Cuba, al mismo tiempo que promueve una alternativa turística más saludable y ecoamigable. Con eso en mente, los recorridos en las tres naciones incluyen lugares históricos asociados a próceres de las tres naciones tales como Eugenio María de Hostos, Gregorio Luperón, Máximo Gómez, José Martí y Ramón Emeterio Betances. Al mismo tiempo, los ciclistas han tenido la oportunidad de compartir con los ciudadanos en sus tradicionales celebraciones de Navidad y despedida de año.

Tras su paso por Dominicana, los protagonistas de este proyecto, Rafael Juarbe y Miguel Sosa, pedalearon el pasado 24 de diciembre a Santo Domingo desde Bonao, a donde habían llegado procedentes de Santiago de los Caballeros. Durante su paso por la vecina nación, visitaron lugares asociados a la vida de Eugenio María de Hostos, Gregorio Luperón, Máximo Gómez y otros próceres, y participaron de los festejos navideños.

“El día 24 llegamos de vuelta a la capital (Santo Domingo) donde pudimos festejar la Nochebuena en casa de Lupita, una señora que vive justo en la zona colonial”, contó Juarbe a través de un mensaje electrónico. “Nos agasajó con comida autóctona, puerco a la puya (similar al lechón en vara de Puerto Rico), pasteles de hoja, arroz con guandules (como se le llama en Dominicana), pan de telera, ensalada rusa, lasaña y bebida cleren, que es una especie de ron caña dominicano”.

A la celebración llegaron parientes de Lupita procedentes de la ciudad de La Vega, quienes, contrario a la práctica más común, vinieron a la capital en lugar de esperar en su casa en el campo la visita de familiares procedentes de la capital. 

Juarbe explicó que la tradición de celebración en Dominicana es celebrar el 24 con una cena familiar en casa, con puerco asado, mientras que el 25 la gente sale a la calle y, tras la misa, se comparte en las plazas con música y juegos tradicionales. 

Miguel Sosa y Rafael Juarbe exploran la celebración de la Navidad en Puerto Rico, República Dominicana y Cuba, al tiempo que reviven las conexiones históricas entre las tres naciones y sus próceres, y promueven una alternativa de turismo más económica y saludable.

“El 25 en la noche pudimos compartir en la zona colonial donde un conjunto musical encendió el ambiente de fervor nacional. Pero fue nuestro Rafael Hernández quien ofreció el menú con su composición Linda Quisquella. Fue emocionante escuchar a todo un pueblo cantarla con tanta emoción. Pero más nos emocionó al sentir que la misma cumplía con el objetivo antillano que hemos trazado como ruta. Ver que el pueblo dominicano canta unido una canción creada por un puertorriqueño, llena el pecho”, afirmó Juarbe.

Para el 26 de diciembre, los miembros del proyecto volaron a La Habana. Luego tomaron un vehículo para viajar por 15 horas hasta Santiago de Cuba. 

“Hicimos una sola parada, el Paladar María (así llaman en Cuba a los restaurantes privados), en la provincia de Santi Spiritus. Allí empezamos a vivir Cuba desde adentro”, aseguró Juarbe.

Ya en Santiago de Cuba, visitaron la tumba de José Martí en el Cementerio de Santa Ifigenia y conversaron sobre su vida. En el mismo cementerio reposan también los restos de varias importantes figuras históricas como el líder independentista Carlos Manuel de Céspedes, el expresidente Tomás Estrada Palma, el líder de la Revolución y expresidente Fidel Castro Ruz, así como decenas de líderes de las guerras de independencia contra España, del movimiento revolucionario que generó la Revolución Cubana y de los caídos en combates internacionalistas. El Cementerio de Santa Ifigenia es también la última morada de varios miembros de la familia Bacardí, así como figuras de la cultura cubana como el mundialmente reconocido Compay Segundo. 

El día 28 comenzó el pedaleo hacia el oeste, con 131 millas atravesando parte de la provincia de Granma, pasando por su capital, la histórica ciudad de Bayamo, para llegar a la ciudad de Las Tunas. Para el 29, arrancaron de Las Tunas para recorrer 76 millas hasta Camagüey. Y el viernes 30 recorrieron otras 69 millas para viajar de Camagüey a Ciego de Ávila.

“En el trayecto vimos de todo, pozos donde hincan para sacar el agua para el consumo casero, caña de azúcar que se procesa para guarapo, carretas para el transporte local, y mucha imaginación en la reparación de todo cuanto necesite un remiendo”, destacó Juarbe. 

El recorrido de esta novedosa iniciativa continuaría en los primeros días del 2017 por las provincias centrales y occidentales de Cuba, rumbo a La Habana. 

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