Un menor de cinco años debe pesar un promedio de 40 libras, lo que contrarresta fuertemente con el estado físico en el que se encontró una menor que hoy se recupera en el Centro Médico, en Río Piedras, de un severo cuadro de desnutrición.

Debe ser además un niño completamente activo, con un vocabulario muy similar al de un adulto, debe saber distinguir colores y socialmente debe interactuar con otros menores, explicó a Primera Hora la pediatra  Marilyn Toledo. “Un niño malnutrido es un nene que se ve deshidratado, tiene la mucosa de la boca seca, ojos prominentes pero hundidos, demacrado, poco pelo y opaco, la piel reseca y las áreas de contacto pueden cambiar de tonalidad”, abundó.

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Para determinar qué procede en un caso de un niño con un aparente cuadro de desnutrición lo primero que hay que hacer es descartar alguna condición fisiológica o neurológica que esté provocando que el menor no tenga un desarrollo correspondiente a su edad a pesar de que está recibiendo la nutrición adecuada.

Una vez eliminada cualquiera de estas posibilidades y, luego de un diagnóstico de desnutrición, hay que determinar entonces a qué se debe el mismo. Toledo detalló que existen dos tipos de malnutrición: una por ingesta de pocas calorías y otra que se desarrolla por deficiencia en la ingesta de proteína.

La primera, mencionó,  se desarrolla cuando el menor recibe una cantidad muy por debajo al promedio que debería ser 1,400 calorías diarias. “Mantiene una estatura para su edad pero el peso no. Tiene poco pelo, opaco y se ven bien demacrados”, señaló al agregar que en esos casos el tratamiento incluye  una hidratación severa debido al daño que reciben órganos como el riñón, ya que el menor deja de orinar debido al nivel de deshidratación que se encuentra.

En el caso de la deficiencia en ingesta de proteína o sugar baby, como también se le conoce, se trata de niños que se ven gorditos pero no están recibiendo los alimentos adecuados.  Estos casos se pueden identificar porque el niño muestra cambios de coloración en la piel. “Hay deficiencias en el desarrollo complejas. Se crean apáticos, letárgicos y a nivel de desarrollo psicosocial es terrible”, abundó.

Cuando un niño con un cuadro de malnutrición cae en un paro respiratorio -como el caso de la niña de cinco años de Aguas Buenas que aparentemente era privada de alimentos por sus padres, según se desprende de la investigación de Familia-  quiere decir que éste presenta un cuadro severo en el que el sistema ya no tiene de dónde tomar las calorías y energías que podía obtener de los músculos  para mantenerse funcionando y se va en un paro. “Cambia el metabolismo y ya no tiene de dónde más sacar calorías y la energía para mantenerse viva y se va en un paro”, mencionó la doctora con oficina en el Manatí Medical Center.

¿CÓMO ESTÁ LA NIÑA?

Mientras, la secretaria del Departamento de la Familia, Idalia Colón, indicó a este rotativo que la menor –internada desde el domingo- se encuentra recuperándose satisfactoriamente gracias al tratamiento médico que está recibiendo. “Se ve mucho más alerta y gracias a Dios ha ganado unas libritas. Está comiéndose todo lo que le dan y lo digiere muy bien”, apuntó.

La pequeña también ya está hablando, aunque muy poco. “Habla unas palabritas y contesta cuando uno le pide algo. Cuando me fui me tiró un besito, pegándose el dedito a la boca”,  añadió. 

La menor permanece en compañía de un ama de llave  asignada por Familia las 24 horas. Mientras, sus tres hermanos permanecen bajo el cuidado de recursos externos de la agencia.