Ante los pronósticos del Centro Nacional de Huracanes en Estados Unidos, de que el ojo del huracán María pasará por Puerto Rico con vientos de categoría 3, muchos residentes aquí han comenzado a prepararse, en especial haciendo hielo en sus neveras… claro, si ya tienen servicio de energía eléctrica.

Según un sondeo en las redes sociales de Primera Hora, el que no se ha preparado es porque no tiene electricidad en su casa o porque dejó su sueldo en compras de suministros previo y luego del paso de Irma hace dos semanas, y ahora parece que no le sobra algo de chavos.

Algunos también se han quejado de que las estanterías de los comercios están vacías y no han encontrado todo lo que buscaban, particularmente agua embotellada y baterías tamaño D.

Sin embargo, son muchos los que afirman tener fe de que, a pesar de todas las proyecciones y modelos europeo y estadounidense, la cosa no será tan mala como parece. 

Otros afrontan el tema con humor, como un usuario de Facebook, quien se identificó como Delvin Rubio Rosado, quien aseguró que con lo que viene no tendremos servicio de energía por cuatro años.

“¡Bueno! Volveremos a ser nómadas. Hay que aprender hacer fuego con piedras y hojas, que alguien nos enseñe exploración, colonizar territorios los más que podamos y aprender a cazar como los indios”, escribió en Facebook. 

A eso Danny James le contestó que tenía listo “el taparrabo, la choza y la caña de pescar”. 

Luego continuaron bromeando con que podríancomunicarse mediante señales de humo o utilizando conchas de mar.

En un tono más serio, Maritza Merced sugirió congelar la mayor cantidad de agua, ya sea en bolsas plásticas, botellas de agua o hasta en globos de cumpleaños. 

La idea es colocarlas en el freezer de manera que todo permanezca frío por varios días, indicó.

Otros también sugirieron aprovechar estos días para lavar la mayor cantidad de ropa posible y luego no tener ese problema si se va el servicio de agua potable.

Tal vez, sería conveniente recolectar agua de lluvia para los inodoros y lavar ropa.

Una mujer dominicana, quien se identificó como Margarita Miranda, dijo que “lamentablemente, yo no tengo mucho que preparar, no tengo luz, no tengo dinero, lo único que tengo es una fe grande en mi Dios, que aunque venga la tormenta él mantendrá a su pueblo de pie”.

Por el contrario, apenas una persona se jactó de que no solo tiene un dron lleno de agua, sino también su piscina de 3,000 galones y funcionando su generador eléctrico. 

Suzzie Ramírez, por su parte, lamentó la poca ayuda y las complicaciones de salud de los dos adultos mayores encamados que cuida… y la suya, porque desarrolló bronquitis asmática tras usar un abanico de baterías. 

“Esto está cañón y ahora sin luz otra vez, ¿cómo hago para las terapias? No me dan un break”, expresó Ramírez. 

Y mientras algunos debatían sobre si la escasez de varios productos, como agua embotellada, se debía a que los comercios no se preparan con cantidades suficientes, o si es que algunos pocos arrasan con todo, Melissa Candelaria pidió que en momentos previos al azote de un huracán se ponga un límite de compra, particularmente en las cantidades de agua que se puede llevar cada persona.

Claro, siempre está la o el listo que lleva a la familia y cada uno coge la ración individual y va a la caja a pagar felizmente.