Es mujer, tiene cerca de 20 años, es cliente frecuente de una gasolinera en Bayamón, y se presumen que debe estar contentísima tras ganar antenoche el premio más jugoso en la historia de la Lotería Electrónica de Puerto Rico.

En vez de optar por cobrarlo en anualidades de sobre $900,000 a 30 años, la afortunada optó por cobrarlo todo de un cantazo, llevándose un cheque de $13.6 millones.

“La realidad es que la joven casi siempre viene sola, desconozco si tiene hijos o no, es una cliente regular, no sabemos más de ella”, dijo Delimar Díaz, gerente de la gasolinera Cobra Service Station, concesionaria de Puma, en la avenida Betances en Bayamón, que vendió el millonario premio.

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La gasolinera “premiada” está enclavada entre negocios y residencias de la antigua urbanización Hermanas Dávila, un sector de clase media que colinda con varios caseríos y cercano a la cancha bajo techo “Pepín” Cestero, escenario usual de eventos que van desde la lucha libre al voleibol.

Díaz comentó que, según le contaron empleados de la gasolinera que trabajaban de madrugada, que la nueva millonaria visitó la gasolinera tras pegarse en la loto.

“No lo creía… vino a corroborar los números para ver si era cierto”, contó sonriente Díaz. “Imagino que no durmió”.

La joven se ganó el millonario premio con una jugada automática por $1 y con la combinación 10,13,21,30,31 Plus 1. 

Nadie se había ganado la Loto Plus desde diciembre pasado, lo que llevó a que el premio fuera el más alto en 25 años de estos sorteos.

Al momento de la visita de Primera Hora, Marcos Román, representante de ventas de la Lotería Electrónica, se encontraba en la gasolinera y explicó que prontamente traerá una pancarta que anuncie la gasolinera como el lugar donde alguien se ganó un premio de $34 millones.

“Me encanta que se lo hayan llevado, pero más que nada que lo reclamen… para que la gente salga de dudas”, indicó Marcos Román, representante de ventas de la Lotería Electrónica,, al recordar el anterior premio de $32 millones que nadie cobró y que se vendió en un supermercado en Hato Rey.

El entrenador personal Jaime Torres opinó que para la joven debió ser “como un milagro … no fui yo, compro lotería ahí todo el tiempo pero no me tocó”.