Carmen Ana Toro, esposa del juez senior federal Salvador Casellas y madre de Pablo Casellas Toro, falleció ayer en el hospital Auxilio Mutuo a consecuencia de la implacable enfermedad que la aquejaba y con el inmenso dolor de conocer la acusación de asesinato que pesaba contra su hijo.

Hacía nueve años que Toro lidiaba con un cáncer y, a pesar de que estaba en remisión, en los últimos tiempos fue necesario tratarla con quimioterapia.

Estas últimas semanas fue recluida en la Unidad de Intensivo. Su deceso ocurrió ayer a las 5:00 de la mañana.

De inmediato, el juez Casellas, quien la acompañó durante la noche, fue notificado.

“El juez está muy triste. Él estuvo con ella y le rezó. Él le llevó un sacerdote. Gracias al Señor, ahora está en paz. Ya estaba bien malita”, dijo a Primera Hora una persona cercana a la familia.

Pablo Casellas Toro, quien vive con su padre y custodio como condición para permanecer bajo fianza, tuvo la oportunidad de ver a su madre en su gravedad, luego que el juez de Instancia de Bayamón José Ramírez Lluch le concediera el permiso para visitarla.

“Pablo pudo verla y estar un rato con ella”, agregó la fuente.

Los familiares cercanos llegaron hasta el hospital. Decidieron no hacer una ceremonia funeral debido a la situación del caso judicial y en respeto a la privacidad de la familia.

“También, para no crear más espectáculos públicos, decidieron cremarla y celebrar una misa privada, la cual no se va anunciar”, indicó a Primera Hora otra persona cercana a la familia.

“A pesar de la enfermedad que la aquejaba, siempre estuvo consciente. Tenía cáncer hacía varios años y había sido desahuciada por los médicos. Convalecía en la casa, atendida por una enfermera”, dijo.

“Siempre estuvo consciente de todo lo que estaba pasando. Conocía la situación que estaba viviendo su familia. Le causó un dolor inmenso pero la familia prefirió decírselo antes de que se enterara por los medios o terceros. El juez se lo comunicó”, agregó la fuente.

Toro y el juez Casellas estuvieron casados por cerca de 50 años, y procrearon dos hijos, “Pablito” y “Sandy” ( Salvador Casellas hijo).

A Toro le sobreviven, además, las dos nietas habidas en el matrimonio de Carmen Paredes y Pablo Casellas; y un nieto por parte del otro hijo.

La ex jueza Gloria Iagrossi Vélez, abogada y portavoz de la familia Paredes Cintrón, indicó a este diario que, aunque no se había comunicado ayer con Aracelis Cintrón, madre de Paredes, “conociendo a su cliente, y por la religión católica que profesa, “debe estar orando por el eterno descanso de Carmen Toro”.

“Estoy segura que, siendo de la religión católica y como la sigue, estará orando por el eterno descanso y enviará las correspondientes misas de difuntos. Nosotros, los católicos, cuando se nos muere alguien, siempre enviamos misa”, dijo.

“Mi cliente no tiene antipatía ni animosidad contra la señora que acaba de fallecer. Es la abuela de sus nietas”, acotó.