Si al transitar por la rotonda de Dorado o la de Toa Baja se ha preguntado de quién fue la brillante idea, sepa que se lo debemos al arquitecto francés Eugène Hénard, el padre de las rotondas o intersecciones giratorias de las primeras avenidas europeas a principios del siglo XX, cuando aparecieron los primeros tapones de coches y automóviles.

A pesar de que otros se disputan el título con Hénard, el diseño fue incorporado exitosamente a las redes viales de los grandes centros urbanos de Europa y los Estados Unidos casi un siglo antes que en Puerto Rico.

En la Isla, sin embargo, la construcción de intersecciones circulares en carreteras estatales ha obligado al Departamento de Transportación y Obras Públicas (DTOP) a prepararse para enmendar el Manual del Conductor, cuyas disposiciones no habían sido revisadas desde julio de 2009.

El secretario del DTOP, Rubén Hernández Gregorat, reveló que los cambios al manual en los que se aludirá a las intersecciones circulares –también conocidas como redondeles– se publicarán durante este mes porque “hay unas reglas de juego que hay que expandir aquí”.

Hernández Gregorat manifestó que lo más importante en este tipo de intersección es que “el conductor que va a entrar (sepa que) tiene que ceder o parar”.

“He transitado en muchas rotondas en otros países y, por ejemplo, en Inglaterra se circula a favor de las manecillas del reloj, pero aquí es en contra de las manecillas del reloj. Todavía hay dudas sobre a quién le toca el paso primero y reitero que se tiene que reducir, ceder el paso y, al tener el espacio, entrar (hacia la derecha)”, sostuvo Hernández Gregorat.

Este recalcó que esa es la regla básica de tránsito en la rotonda local y aseguró que el DTOP está pendiente de ubicar las señales adecuadas para evitar confusiones, porque en algunas rotondas construidas en vías municipales se llegaron a colocar rótulos de Pare, aunque la señal adecuada en cada carril de entrada es Ceda el paso.

“Esperamos en octubre hacerlo oficial. También los exámenes teóricos, que hoy se hacen en línea, tenemos el programa ya creado para incluir lo de la rotonda. Tan pronto yo saque el manual (enmendado) y lo oficialice, se va a activar el módulo sobre las rotondas para que (los aprendices) puedan coger su examen y aprendan”, destacó.

Hernández Gregorat dijo que las rotondas en carreteras estatales se pueden encontrar en tramos jurisdiccionales de Dorado, Toa Alta y Bayamón. Además, adelantó que se proyecta una nueva intersección circular en la carretera estatal PR-183 de Las Piedras, pero las restantes son en vías municipales.

También, comentó que “se evalúa” la posibilidad de un diseño circular en la confluencia de las vías estatales PR-199 y PR-169, en Guaynabo.

Una de las rotondas de tramo estatal recién construida ubica en la vía PR-693, justo en el nuevo acceso al hotel Dorado Beach, hospedería en proceso de remodelación. En esa ruta se colocaron hace dos semanas los rótulos de seguridad con diamante amarillo y tres líneas curvas que informan al conductor que se acerca a un redondel.

Bajo el diamante se informa la velocidad máxima permitida y se han instalado rótulos electrónicos para indicar la dirección correcta de circulación de vehículos.

El titular del DTOP sostuvo que la ventaja más significativa de este tipo de intersección es aliviar el flujo vehicular y mencionó que en zonas urbanas con múltiples entradas y salidas una rotonda evita la instalación de semáforos, cuya operación y mantenimiento son costosos.

Según explicó, el DTOP también considera alternativas de puentes elevados, semáforos inteligentes o diseños innovadores como la “megarotonda de Bayamón”, creada en las intersecciones de las vías PR-177 y PR-174 y la avenida Maine.