Para algunas familias con niños en escuela elemental, los piojos son algo más que un parásito molestoso. Son una plaga de la que no pueden librarse, esencialmente porque muchas escuelas no tienen un plan de acción integral y conjunta. Además, los protocolos oficiales del Departamento de Educación datan de 2008, mientras que el Departamento de Salud no considera que se trate de una enfermedad que ponga en riesgo la vida.

En lo que las autoridades se deciden a trabajar de otra manera con el problema, Primera Hora recopiló los datos más importantes sobre los fastidiosos animalitos para que conozca de qué se trata esta plaga y, cuando sea necesario, ponga en práctica los consejos para erradicarlos.

¿Qué son los piojos?

Los piojos son insectos parasitarios sin alas. No pueden volar. Viven en las cabezas de las personas y se alimentan de pequeñitas cantidades de sangre. El piojo adulto tiene el tamaño aproximado de una semilla de sésamo. Sus huevos, son los que se llaman liendres y son aún más pequeños.

¿Cómo se detectan?

Los piojos y las liendres son más fáciles de detectar en la línea del cuello y detrás de las orejas, que es donde está más calientito.

¿Son peligrosos?

No se les considera así ya que no transmiten ninguna enfermedad y la cantidad de sangre que absorben es diminuta. La mayoría de los piojos pueden sobrevivir hasta dos días fuera del cuero cabelludo. Peligroso se considera no erradicarlos o usar incorrectamente los productos para eliminarlos.

¿Cómo se contagian?

Por el contacto cercano o el uso compartido de efectos personales, como sombreros o cepillos, almohadas, peluches o cualquier otro lugar donde la persona haya colocado su cabeza. Las mascotas no pueden contraer piojos ni contagiárselos a las personas.

¿Cómo son?

Los piojos adultos son como las semillas de sésamo y su color oscila entre el blanco tirando a gris y el canela. Las ninfas o piojos que no han crecido suficiente son de menor tamaño y se convierten en piojos adultos aproximadamente una a dos semanas después de la eclosión. Las liendres parecen una especie de caspa, con la salvedad de que no se pueden eliminar simplemente cepillando o sacudiendo el pelo.

¿Cuáles son los síntomas más comunes?

Sensación de cosquilleo en el cabello, picazón frecuente, irritación causada al rascarse.

¿Cuáles son las señales de que un niño podría tener piojos?

Rascado. Cuando los piojos muerden el cuero cabelludo para alimentarse, absorben sangre y a la vez inyectan saliva, lo que causa picazón. Algunas personas pueden quejarse de que tienen cosas moviéndose o haciéndoles cosquillas por la cabeza.

Bultos rojos.  En algunos casos la piel del cuero cabelludo se irrita levemente, pero hay otros que desarrollan erupciones más molestas. Rascarse en exceso puede provocar infecciones bacterianas. Si el pediatra cree que su hijo padece una infección de este tipo, es posible que le recete un antibiótico.

Tal vez pueda ver piojos o liendres separando el cabello de su hijo e inspeccionando con un peine de dientes finos su cuero cabelludo, detrás de las orejas y cerca de la nuca (es poco habitual encontrar piojos en cejas o pestañas).

 Puede ayudarle el uso de una buena lupa y una luz potente.

Asimismo, asegúrese de preguntar en la enfermería de la escuela de su hijo o al director de la guardería adonde lo lleve si ha habido más casos de piojos allí. Si descubre que su hijo tiene piojos o liendres, informe al respecto al personal de su centro educativo.

¿Cómo prevenir la reinfestación?

Según el Centro Para el Control de Enfermedades, hay algunas formas sencillas de deshacerse tanto de los piojos como de sus huevos, y de ayudar a prevenir posibles reinfestaciones:

Lavar toda la ropa de cama y de vestir que haya llevado recientemente cualquier miembro de la familia que tenga piojos con agua muy caliente (54,4 ºC o 130 ºF) y luego, si se dispone de secadora, secarla utilizando un ciclo caliente durante por lo menos 20 minutos.

Lavar en seco la ropa de cama, los peluches y los juguetes de felpa que no se puedan lavar con agua y jabón, o guardarlos en bolsas herméticas durante un mínimo de tres días.

Pasar la aspiradora por todas las alfombras, así como por los muebles tapizados (tanto en casa como en el carro).

Poner en remojo (en alcohol o un champú contra los piojos formulado médicamente) los utensilios relacionados con el cuidado del cabello, como peinillas, cepillos, hebillas, pinches, gomas y cintas de pelo, durante una hora. También puede lavarlos con agua caliente o simplemente tirarlos a la basura.

Puesto que los piojos se contagian fácilmente de una persona a otra en el entorno doméstico, todos los miembros de la familia infestados y sus compañeros íntimos deben tratarse.

Mitos:

Aunque a veces se utiliza vaselina, mayonesa o aceite de oliva para asfixiar a los piojos, no se ha demostrado científicamente la eficacia de estos tratamientos. Algunas personas tratan con alcohol o vinagre el cuero cabelludo y ayuda, pero lo ideal es comprar un producto especialmente diseñado para eliminar los piojos.

Lo que NO debe hacer

No le seque el cabello a su hijo utilizando un secador de pelo después de aplicarle un tratamiento comercializado para el cuero cabelludo porque algunos de estos tratamientos contienen ingredientes inflamables.

No utilice crema suavizante o una combinación de champú y acondicionador para el cabello antes de aplicar un tratamiento tópico contra los piojos formulado médicamente.

No le lave el pelo a su hijo durante uno o dos días después de utilizar un tratamiento contra los piojos formulado médicamente.

No utilice insecticidas nebulizables ni contrate a una empresa de control de plagas para eliminar los piojos de su casa, pues podría resultar nocivo para la salud de su familia.

No utilice el mismo medicamento más de tres veces seguidas en la misma persona si no parece surtir efecto. En tal caso, es posible que el pediatra recomiende cambiar de medicación.

No utilice simultáneamente varios productos médicamente formulados contra los piojos.