San Sebastián. Eran poco más de las 2:00 a.m. cuando el teléfono despertó a Eligio “Billy” González.

Un familiar lo llamaba para darle la mala noticia de que Crucita González, su sobrina, había sido asesinada por su ex pareja.

“Un sobrino mío me llamó. Pensaba que estaba bromeando, o que era una exageración. Pero más tarde fuimos a la casa de ella a ver si era verdad. Cuando llegué, ya estaban los fiscales y la policía. ¡Fue horrible!”, recordó González en el balcón de su casa en el barrio Hoya Mala de este pueblo. 

Crucita González Méndez fue asesinada la madrugada del miércoles por su ex compañero Javier Valle Cardona, quien luego se suicidó. El crimen ocurrió en una  residencia en el  barrio Hoyamala de Sebastián.

La Policía dijo que Valle Cardona, de 46 años, rompió la cerradura de una puerta de la casa, y luego de forcejear con su hijo de 16 años, llegó hasta el dormitorio de la fémina armado de un cuchillo de cocina y  la apuñaló hasta causarle la muerte.  Luego, se auto infligió dos heridas en el pecho con el mismo cuchillo con el que ultimó a la mujer.

“Yo siempre los veía (estos casos de violencia de género) como algo lejos, por allá, ajeno a nosotros. Como si no fuera a pasar en el área de uno”, recordó Eligio, a quien todos llaman Billy.

“Pero lamentablemente pasó… ¡Increíble!”, reaccionó su otro tío, Pedro González, quien vive justo al lado de su casa. “No es fácil vivir este momento tan difícil para toda la familia…”, dijo acongojado. 

La última vez que ambos vieron a la víctima fue hace poco más de una semana, cuando pasó por la residencia de su papá.

“Ella era alegre, jovial, simpática con todo el mundo. Ella siempre estaba alegre”, recordó Billy. 

Ocho años atrás, la mujer ya había sido atacada por Valle Cardona con un arma blanca.

Sus familiares sabían que la pareja había tenido problemas en el pasado, pero, según aseguraron, jamás imaginaron el trágico final.

“Yo nunca pensé que llegara a tanto… todos obviamos que podía pasar algo más”, agregó Billy con voz tímida. 

Valle Cardona se encontraba en libertad bajo fianza, sujeto al Programa de Supervisión Electrónica de la Oficina de Servicios con Antelación a Juicio (OSAJ) tras ser acusado, una vez más, por González Méndez, el 22 de mayo pasado, nuevamente  por violencia de género. 

En esa ocasión, la agredió físicamente y la vista preliminar estaba señalada para este jueves, 9 de junio. 

Sin embargo, el sistema de monitoreo electrónico falló en alertar a tiempo cuando el victimario salió del perímetro permitido por ley. Según se informó, el aviso de que el agresor había entrado en el espacio restringido se registró una hora después de la infracción. Para ese momento, González Méndez ya había sido asesinada.

“Se pudo haber evitado porque el grillete no funcionó. Sonó una hora después y falló en eso. Si no, se hubiera evitado la muerte y esos niños no hubiesen quedado huérfanos”, destacó su tío Pedro González.

“Yo responsabilizo a la compañía del grillete porque se supone que funcionara”, agregó.

Una vecina tranquila

Mientras, en el lugar donde ocurrieron los hechos, todavía permanecían tres perritos en el patio de la residencia. 

Los vecinos del lugar describieron a la víctima como una mujer tranquila, a pesar de que llevaba pocos meses viviendo en esa residencia. 

“No la conocía mucho, pero nunca tuve problemas con ella”, comentó Zoraida Torres, quien vivía al frente de la residencia de González Méndez.

“Esto ha dejado a todo el barrio como locos, porque jamás había pasado algo así aquí. Estamos todos sorprendidos”, agregó.

Al momento de la tragedia, un guardia de seguridad que era amigo de la víctima se encontraba en la residencia. Supuestamente hizo un disparo “de advertencia” a Valle Cardona, pero no pudo evitar el crimen.  

Según Torres, el joven salió corriendo hacia una residencia cercana, desde donde intentaron comunicarse con la policía para pedir ayuda

Andrés Feliciano, quien vive justo al lado de la residencia de la víctima, dijo que escuchó un disparo en horas de la madrugada, pero no salió de inmediato a ver qué había sucedido.

“Cuando salí, el frente de mi casa estaba llena de policías. No me imaginé que sería algo así”, puntualizó. 

Mientras, al guardia de seguridad que acompañaba a la víctima se le tomaría una declaración jurada en la fiscalía de Aguadilla, debido a que, según reveló el teniente Carlos Peña, sufrió una crisis nerviosa que lo mantuvo hospitalizado.

El director de la División de Homicidios de Aguadilla, aclaró que al hombre no se le radicarían cargos criminales, sino que fue citado para repasar su versión de los hechos para fines de la investigación.

“Vamos a repasar los eventos, no lo vamos a acusar a él, solo queremos tener clara la investigación y algunos de los detalles que ofreció corroborarlos”, explicó el funcionario.

Un llamado a prevenir más víctimas

En medio de su dolor, los tíos de Crucita González Méndez hicieron un reclamo a las autoridades a que velen más por las víctimas de violencia de género y así evitar más tragedias.

“Hay que parar esto. Estas cosas no pueden continuar. Ya esta muerte no hay más remedio, pero no puede pasar con más ninguna otra mujer en Puerto Rico”, destacó Pedro González.

“Yo le diría a la Justicia que se dirija más a la mujer violada o castigada que tiene esos problemas y que le den más atención para evitar más tragedias”, sentenció Billy González.

Los detalles de las exequias fúnebres todavía no han sido revelados.

Maribel Hernández colaboró con esta historia