El termómetro lleva dos días marcando temperaturas de 93 grados Fahrenheit en Puerto Rico y no se espera que este panorama cambie hasta después del fin de semana.

Pero no solo el calor ha acechado a los boricuas. También persiste la presencia de particulado de polvo del desierto del Sahara, el cual afecta la salud y genera mayor sensación de calor.

“Los satélites muestran un área extensa de polvo del Sahara alrededor de nuestra área”, afirmó el meteorólogo Ian Colón Pagán, del Servicio Nacional de Meteorología (SNM).

Según detalló el funcionario federal, el pasado domingo la temperatura en la sede del SNM alcanzó 89 grados Fahrenheit.

No obstante, el lunes se rompió el récord alcanzado en el 2001 de 92 grados Fahrenheit. El mercurio llegó a los 93 grados, temperatura que se repitió ayer.

Para hoy, el panorama no será diferente. Los augurios son que la temperatura se mantenga en los bajos 90 grados.

Colón Pagán explicó que la sensación de calor ha sido mayor, debido a la combinación de la temperatura con la humedad. A este aspecto se le conoce como el índice de calor, el cual podría superar hoy los 100 grados.

Son los vientos leves que se registran del este sureste los responsables de este periodo cálido, el cual afecta principalmente a la zona urbana y costera del norte, explicó.

Entretanto, el meteorólogo indicó que la probabilidad de aguaceros es mínima para la mayoría de la Isla. Podrían reportarse algunos chubascos en sectores del interior y oeste. 

Por otro lado, las condiciones marítimas están peligrosas para los bañistas.

El riesgo de corrientes submarinas, las cuales arrastran a los nadadores hacia mar afuera y les aumenta las probabilidades de ahogamiento, están altas para la costa norte y Culebra. Por tal razón, el SNM recomienda que las personas no entren a estas playas.

Para las restantes playas de Puerto Rico, el riesgo de corrientes submarinas es moderado. Se les exhorta a los bañistas a ejercer precaución.

Los marineros también deben ejercer precaución, pues el oleaje está entre seis a ocho pies en las aguas alrededor de la Isla.