El despido surgió de sorpresa y fue fulminante para Anixa Santiago, quien llevaba casi una década laborando como contable en una reconocida empresa privada. 

El temor invadió a la mujer -sorda de nacimiento- y terminó de sacudirla cuando un año después su esposo, Manuel García, también no oyente, atravesó el mismo calvario. Pero la valentía y ánimo de superación vencieron el miedo y transformaron la desdicha en una emotiva historia de una emprendedora que comienza a dar pasos firmes en el mundo del diseño y la costura.

“¿Ahora qué hago, cómo voy a resolver si tengo una casa y un carro que pagar y una niña de tres años -que es sorda parcial- y que recién comienza la escuela?”, se cuestionó la mujer de 40 años cuando hace poco más de 12 meses tuvo que canalizar el hecho de que tanto ella como su esposo estaban desempleados.

“Me sentía estable, porque trabajé allí por nueve años, pero sucedió el despido (en 2016). La economía se puso bien mal, la crisis económica se agravó y la empresa, como muchas otras, se afectó. Fueron muchas las personas a las que nos dieron lay off”, narra Anixa a Primera Hora, a través de la intérprete Sheila Maldonado.

Rememoró que fue una etapa bien difícil porque, aunque fue a múltiples entrevistas de empleo, no logró reinsertarse al mundo laboral. Para colmo, un año después, su esposo Manuel, quien se desempeñaba como principal oficial del sistema informático en la Agencia Estatal para el Manejo de Emergencias y Administración de Desastres (Aemead), también fue cesanteado.

“Su puesto era uno de confianza y sabíamos que con el cambio de Gobierno, algo así podía suceder”, destacó al agregar que entonces la situación los angustió muchísimo.

Fue entonces que Manuel le sugirió a Anixa dar riendas al sueño de ser modista que tuvo desde joven y que relegó por forjar una carrera en el campo de la contabilidad y la gerencia de negocios.

“Me dijo: ‘pero chica, tú tienes mucho talento y habilidad para el diseño. Eres supercreativa, dedícate a la costura’. Y fue mi esposo el que me impulsó a crear mi propio negocio”, cuenta al destacar que durante años, mientras trabajaba, tomó múltiples clases de diseño y confección en la academia de la afamada modista puertorriqueña Carlota Alfaro.

Entonces, empezó a buscar ideas de cómo iniciar una empresa e, incluso, tomó unos talleres dirigidos a mujeres emprendedoras no oyentes a través de la organización Enactus. También le dieron charlas empresariales mediante el grupo INprende, donde recibió importantes consejos de la motivadora Neysha Fluye.

“Eso fue de gran importancia, porque a través de estas organizaciones recibí orientación en cuanto a leyes, responsabilidad contributiva, permisología y todo lo que se necesita para montar un negocio”, asevera la también ex Miss Puerto Rico Modelo (1997).

Y fue así que nació hace 10 meses la empresa Twill and More, un negocio en el que además de diseñar y confeccionar vestidos, produce cojines, carteras, trajes de baños, accesorios y otros complementos de moda.

Inicialmente, Anixa -quien estaba acostumbrada al trabajo de oficina- tuvo dudas de cómo se iba a comunicar con sus clientes. Pero, nuevamente, la valentía le ganó al miedo.

“Claro que tenía temor, pero me dije: ‘Anixa, tranquila, ¡tú puedes!’. Me acuerdo que la primera vez que me enfrenté a una cliente me mostré profesional con el portafolio, mis diseños… le dibujé ejemplos de lo que quería y le fui preguntando (por escrito) detalles sencillos para saber lo que quería”, dijo quien improvisó un taller en una de las habitaciones de su hogar en Vega Alta.

Aprovechó para exhortar a futuras personas que quieran acogerse a sus servicios que no tengan miedo a entablar una comunicación con ella, sólo por el hecho de ser sorda. “Quiero que sepan que no tienen que temer”, dice quien utiliza métodos como mensajes de texto, WhatsApp y redes sociales -como Facebook e Instagram- para relacionarse con sus clientes.

Actualmente, Anixa está inmersa en completar trajes de gala que utilizarán graduandas para su prom. Las madres de las jovencitas, también han aprovechado el talento de la modista.

“Tuve una temporada cargada… fueron nueve vestidos. Me quedan tres, incluyendo este”, dice mientras le da los últimos toques a un hermoso traje gris en chifón, seda y aplicaciones de bordados.

En cambio, Anixa quiere consolidar su empresa y llevarla al próximo nivel, pues económicamente ha sido retante. Y es que todas sus obras las realiza en dos máquinas de coser domésticas que obtuvo prestadas.

“Tengo estas dos máquinas, pero no son industriales. Y son prestadas, no son mías. Creo que ya es hora de tener una máquina industrial que incluya bordados y en la que también pueda hacer trajes de baño… he tratado de ahorrar, pero es difícil porque cuando me gano algo es para comprar más materiales”, expresó sobre el equipo cuyo costo asciende a $6,000.

Con el fin de ayudar a Anixa, los profesionales de INprende le sugirieron abrir una cuenta de recaudación de fondos a través de https://antrocket.com/projects/help-anixa/ o de ATH Móvil en el (787) 354-0780.

Los interesados en contactar a la joven modista pueden enviar un correo electrónico a twillandmore@gmail.com. También la pueden seguir en Instagram: twillandmore y en Facebook: Twill and more