La joven industria de los cruceros, la misma que ha movilizado a más de 170 millones de pasajeros desde 1989 y de la que han disfrutado más de 70.000 puertorriqueños en 2010, se aleja de Puerto Rico y solo una línea tendrá al país como “homeport” durante el año, con pérdidas que bordean los 27 millones de dólares y que se suman a un escenario preocupante: las visitas a la isla han disminuido más del 50 por ciento en 20 años.

Esa situación no ocurre en puertos como el de Fort Lauderdale, en Florida (EEUU), donde se pueden ver varios cruceros de diferentes líneas, entre ellas la Princess Cruises, que abandonó Puerto Rico (lo mismo hizo Royal Caribbean en el verano) como puerto base para recalar en esta ciudad estadounidense, en una determinación que toca el bolsillo del consumidor y se contrapone a lo que se supone sea la política gubernamental.

También en Fort Lauderdale, la presidenta del capítulo de Puerto Rico de la Asociación de Agencias de Viajes (ASTA), la puertorriqueña Daphne Barbeito, efectúa un análisis de la industria, que no se vio favorecida por una ley de incentivos (la 113, para el fomento y desarrollo de la industria de barcos cruceros en la isla), “que es positiva, pero llegó a destiempo”, considerando que las líneas de crucero toman sus decisiones con más de un año de anticipación.

Quizás por esa misma previsión es que la industria de los cruceros se mantiene con una vitalidad impresionante fuera de la isla, a la luz de los números.

Según la Asociación Internacional de Líneas de Crucero (CLIA), dentro renglón viajes de placer es la de mayor crecimiento sostenible anual (7.2 por ciento desde 1990) y la han elegido desde 1989 a 2009 cerca de 176 millones de personas (de esa cifra el 68 por ciento se ha generado en los últimos diez años).

“De acuerdo a la CLIA, en los próximos tres años, 50 millones de estadounidenses indican que piensan tomar un crucero y se estima que un 20 por ciento de la población de EEUU aún no ha navegado en cruceros (aproximadamente 60 millones de personas). Además, existe un alto porcentaje de satisfacción del consumidor, con una utilización del espacio (ocupación) de sobre el ciento por ciento”, afirma Barbeito.

El Caribe y Bahamas siguen ostentando los primeros lugares de preferencia de los pasajeros, con un 43.1 por ciento, seguidos por Europa, Alaska y México, lo que indica el potencial de la región, además de Puerto Rico: hubo 70.000 pasajeros que viajaron en cruceros generados en la isla en 2010, 62.000 de ellos hicieron itinerarios de seis a ocho días en el Caribe y, de ese porcentaje, el 80 por ciento fueron puertorriqueños que viajaron desde San Juan.

Pero pese al positivo análisis de la industria, Puerto Rico ha sufrido dramáticos cambios.

Las cifras de la Autoridad de Puertos (comparativos “overall”) indican en el año fiscal 2008-2009 hubo una disminución de 17.4 por ciento en pasajeros (tránsito, 832.000; “homeport”, 403.000), mientras que en 2009-2010 disminuyó también el porcentaje a 4.1 por ciento y en 2010-2011 a 1.8 por ciento, en un año en que hubo más visitas de cruceros, pero menos cantidad de pasajeros.

“Vemos cómo el período de comparación de cantidad de asientos (de avión) disponibles en el periodo 'overall' de 2008-2011, con disminución de un 14 por ciento coincide con la disminución grande en el renglón de cruceros. Vemos que esta disminución de cantidad de visitas no es exclusiva a este periodo, sino que si comparamos las cifras de visitas en el 2001 hubo 674 versus las 475 de  2011”, explica la ejecutiva de ASTA.

Añade que “si comparamos los ocho años anteriores, en 1991 hubo 911 visitas contra 1999, que hubo 678. Podemos ver una reducción de un 52 por ciento en los pasados 20 años, lo que es altamente preocupante y no es cónsono con el crecimiento anual que la reporta CLIA de un 7.2 por ciento”.

Barbeito informa que Royal Caribbean International tendrá 26 salidas de San Juan menos y Princess Cruises una disminución de diez salidas, “para un total combinado de 36 salidas, a un promedio de 2.500 pasajeros. Esto equivale a una pérdida de pasajeros para la isla de 90.000. Siendo barcos de 'homeport', la pérdida de gasto por esa cantidad de pasajeros representa cerca de 27 millones de dólares”.

No es todo: a la disminución en asientos de avión disponibles desde y hacia Puerto Rico en 2011 (American Airlines, -52 por ciento; Continental, - 42; y United Airlines, -24), se suma el impacto en las agencias de viajes locales, que con las 36 salidas menos de cruceros dejan de generar más de siete millones de dólares.

Bruno Candela, propietario de Cruise Plus, agente de puertos de Princess Cruises, afirma que la decisión de abandonar Puerto Rico “no está únicamente basada en el ingreso de ventas a bordo, ya que esta partida se mantuvo más o menos estable. Se sugirió que, eliminando un puerto en la semana, pudiera mejorar un poco más”.    

Igualmente, aclara que “uno de los  aspectos que más pudo afectar la situación  fue la reducción de vuelos hacia Puerto Rico y la obligación de vender el barco  localmente, con precios mucho más bajos. La decisión fue tomada mucho antes del plan de incentivos que fue presentado con tanto ahínco y con buenas ofertas de reducción de costos”.

Para Barbeito, “muy importante también es que con la actual situación (menos cruceros 'homeport'), al cliente local se le limitan las opciones de viajes por falta de competencia y los precios de opciones similares se verán no tan económicos con en años anteriores. Además, nuestro capítulo estima que un diez por ciento de las agencias de viajes operando actualmente cerrarán operaciones por no poder enfrentar este reto”, asegura Barbeito.

Agrega que “no podemos olvidar que los agentes de viajes producen unos 300 millones, que como empresas registradas en Puerto Rico pagan contribuciones, recolectan IVU, pagan aranceles y generan unos mil empleos directos”.

La presidenta de ASTA opina que “la ley de incentivos fue buena, pero a destiempo, porque las líneas de crucero toman la determinación de dónde ubicar su barco con más de un año de anticipación. Además, la Compañía de Turismo se enfoca en los pasajeros en tránsito, pero existe una gran diferencia con el pasajero de “homeport'”.

“El tránsito pudiera generar más pasajeros, pero podemos inferir que la falta de asientos de avión está relacionado a decrecimiento del 'homeport'. A su vez, el pasajero en tránsito deja un promedio de 70 dólares en la economía local, a diferencia de los alrededor de 300 de quien viene de un 'homeport'. La diferencia es bastante importante, pero el 'homeport' ha ido disminuyendo porque, entre otras cosas, no hay acceso aéreo... Nueve mil pasajeros para barcos los fines de semana, ¿cómo llegan a la isla? Y a una hora de salida (11:00 de la noche) para los cruceros incómoda”.

Barbeito cuenta que en Puerto Rico “es donde único salen a las 11:00 de la noche, si salieran a la misma hora de otros puertos, sería necesario que los pasajeros llegaran al menos con un dia antes y así apoyar los otros renglones del turismo. Además, están solo fines de semana para mover esa cantidad de pasajeros”.

Asimismo, advierte que está la competencia de Miami, Fort Lauderdale y Cabo Cañaveral y en el futuro la posibilidad cierta de que se sume Santo Domingo como “homeport”, ya que en ese país se han dispuesto cerca de 65 millones de dólares de inversión para esos fines.

“No vamos a tener saliendo los barcos desde San Juan. Solo estará Carnival Victory. El resto se va de Puerto Rico por cuestiones económicas. Necesitamos una voz fuerte que una a las partes y nos sentemos a hablar. Con nosotros no han tenido ninguna deferencia, pese a que no queremos cosas gratuitas, sino el desarrollo de la isla. Las agencias pagan income tax, aranceles, IVU...”, precisó Barbeito.

La industria de los cruceros se estima tiene un impacto económico de cerca de 240 millones de dólares al año en la isla y atrae al país a alrededor de 1.2 millón de turistas anualmente. Genera, además, unos 4.000 empleos directos e indirectos.

En 2012, se espera que arriben poco más de un millón de pasajeros y 493 cruceros.