Presenciar un evento de violencia, ya sea intrafamiliar, en la escuela o comunidad es un hecho traumático para muchos, pero particularmente para los menores de edad. 

Generalmente, estos menores se “tragan” lo que sienten por temor a que empeoren las cosas, pero, eventualmente, el miedo, el resentimiento y las secuelas del acto de violencia pueden salir por otras avenidas, como bajo rendimiento académico, acoso escolar (bullying) o incluso repetir los patrones observados, perpetuando el ciclo.

La Universidad de Puerto Rico (UPR) decidió dar un paso proactivo para ayudar a estos menores por medio de un programa piloto bajo el lema “Juntos por el bienestar”, a través del cual se ofrecerá tratamiento psicológico a los estudiantes en su entorno escolar en la escuela intermedia Dr. Ramón Emeterio Betances, la escuela superior Miguel Meléndez Muñoz, la escuela segunda unidad Eugenio Nazario Soto, la escuela H.W. Santaella y la escuela segunda unidad Enrique Colón, localizadas en Cayey y Coamo.

Según el grupo, se espera impactar a unos 2,000 niños, niñas y jóvenes, el 90% de los menores de las mencionadas instalaciones escolares. 

Las terapias se darán en varias fases: una intervención inicial para identificar a los niños y jóvenes impactados; luego terapias de grupo y, para quienes lo necesiten, hasta 10 terapias individualizadas.

Los fondos del programa, $800,000 en total, provienen del Departamento de Justicia a través del Programa de Asistencia a Víctimas del Crimen a través de dos propuestas sometidas por el Centro de Investigación y Evaluación Sociomédica (CIES) y el Instituto de Investigación Psicológica.

Para ejecutar esta iniciativa se cuenta con el apoyo de la Alianza Municipal para la Educación, la Ponce Health Science University, la Universidad Carlos Albizu y la Administración de Vivienda Pública, entre otras entidades.