Una sola palabra lo trastocó todo: cáncer. Así de simple, así de aterradora.

Enrique Nieves se sentía saludable. Un dolor en la espalda lo aquejaba de vez en cuando pero nada fuera de lo normal. Por su trabajo como videógrafo carga con bultos y cámaras de un lado a otro por lo que esa molestia no era una razón de gran preocupación.

Lo menos que imaginó cuando entregó una solicitud para un seguro de vida a sus 34 años era recibir un diagnóstico de cáncer, mieloma múltiple.

Aunque es una noticia devastadora, Nieves asegura que el golpe no fue tan duro, luego de pasar meses entrando y saliendo de oficinas médicas y laboratorios.

“Porque no fue una noticia de cantazo. Fue un proceso poco a poco, pero pasé todas las navidades con la incertidumbre de que sabía que tenía algo, que era bien probable que lo tuviera, pero teníamos la esperanza de que diera negativo. El día que me lo dijeron fue un día bien difícil. Mi hermana es tecnóloga médica y fue quien me dio la noticia. Ese día fue bien fuerte. Era como que: ‘Wow, esto es serio’. Fue todo un proceso de como un mes recibiendo noticias, procesando todo. Y como que me fui preparando poco a poco”, recuerda el editor de People Televisión.

El cantazo tras el diagnóstico 

Nada te prepara para un diagnóstico como ese. Sin embargo, eso no fue lo que más le afectó. ¿Qué puede ser peor? Boin, como le llaman cariñosamente sus amigos, salía de su primera visita al Centro de Cáncer hacia el ascensor cuando lo llamaron de su aseguradora de salud para indicarle que el tratamiento no sería cubierto por considerarlo una condición preexistente.

Ante este panorama, Enrique no se quedó solo. Un batallón de amistades, algunas que no se conocían entre sí, se unieron para organizar actividades, torneos y ventas de diferentes artículos para ayudarlo a costear su tratamiento y posible trasplante.

El sábado 23 y domingo 24 de abril, por ejemplo, llevarán a cabo un torneo de baloncesto en la Cancha Anexos de Juncos, desde la 9:00 a.m., con una aportación de $80 por equipo.

Su voz se quiebra cuando habla de ese apoyo inesperado y abrumador que ha recibido de parte de amigos y conocidos, que va más allá del aspecto económico. No puede esconder cuánto lo conmueve y cómo lo llena de vida; no quiere hacerlo tampoco.

“Yo sabía que mi familia iba a estar en esto 100% y mis amistades cercanas también, pero ver personas que nada más han trabajado conmigo una semana y viven en Estados Unidos y me escribieron que podía quedarme en su casa, colegas y gente que estudió conmigo que hace años no me veían me han escrito. Ese apoyo, con un simple mensaje, esas palabras de aliento, eso me hace sentir bendecido. Nunca, nunca, nunca, podré devolverle a toda esa gente todo lo que me han ayudado. No va a haber forma de yo poder pagar ese apoyo”, cuenta el también fotógrafo.

A Enrique le esperan cuatro meses de quimioterapias. Luego, si el cuerpo responde, tendría que recibir un trasplante de médula ósea, que sería a finales de mayo. Quizás el  día que cumple 35 años.

A pesar del largo camino que falta por recorrer -seis meses en recuperación y un año en espera de que el cuerpo acepte o rechace el trasplante- en la mente de Boin solo hay espacio para pensamientos positivos.

A las personas que están pasando por situaciones similares, Enrique les recomienda intentar mantenerse positivos, agarrarse de su familia y dejarse ayudar. “Dejarse ayudar no es fácil y es una de las cosas que he aprendido en este proceso. Y seguir instrucciones de los profesionales, seguir todo al pie de la letra, ser disciplinando, organizarse”, dijo.

Interesados en ayudar pueden seguir la página de Facebook que crearon sus amigos y enterarse de las actividades que se llevarán a cabo. Para el torneo de baloncesto pueden llamar a Joshua Cruz al 787-469-5153.