El consumo legal de la marihuana para fines médicos e, incluso, recreacionales, ha cobrado adeptos durante los últimos años en Puerto Rico, pero el cabildeo a favor de su legalización también ha enfrentado obstáculos en los sectores dominantes del Partido Popular Democrático y el Partido Nuevo Progresista.

A pesar de los logros obtenidos por el movimiento para liberalizar el consumo de la marihuana para fines recreativos o medicinales, tanto a nivel internacional como en Estados Unidos, la Isla se ha mantenido rezagada en este aspecto.

Durante el pasado proceso electoral en la Isla, el tema de la legalización de las drogas ilegales pasó a un segundo plano, aunque algunos partidos políticos emergentes, como el Movimiento Unión Soberanista y el Partido del Pueblo Trabajador, se expresaron claramente a favor de la legalización de la marihuana. Mientras, el candidato a la Gobernación por el Partido Independentista Puertorriqueño, Juan Dalmau, se expresó a favor de programas pilotos en los que se podría emplear el cannabis para fines médicos.

Pero mientras el tema se estuvo tocando con paños tibios en Puerto Rico, en Estados Unidos se celebraron durante las pasadas elecciones varios referéndums estatales para rechazar o aprobar medidas que legalizarían su consumo como droga recreacional.

Precedente histórico

Colorado y Washington se convirtieron en los primeros dos estados que legalizaron el consumo de marihuana para fines recreativos durante las consultas, mientras que en Massachusetts se legalizó para uso médico.

De hecho, el director de Iniciativa Comunitaria (IC), José Vargas Vidot, se propone establecer un programa que faculte la utilización de la marihuana como parte de tratamientos médicos, incluyendo la rehabilitación de adictos de otras drogas ilegales.

El nuevo proyecto, que se podría establecer como parte de un programa de IC en el Hospital Universitario Dr. Ramón Ruiz Arnau, en Bayamón, o en una oficina satélite en otro municipio, se contempla mediante un posible consorcio de alcaldes.

La marihuana para fines médicos es legal en 18 estados de EE.UU. y en Washington, D.C., a pesar de que el Gobierno federal ha entrado en confrontaciones directas con gobiernos locales al considerarla ilegal. Los federales han asegurado que algunos establecimientos donde se despacha la marihuana se utilizan como tapaderas –o frentes– por organizaciones criminales que se dedican al tráfico ilegal de la droga.

No obstante, conocedores del tema subrayan que se debe reemplazar un discurso que por décadas ha sido dictado por las agencias de seguridad y el Gobierno federal.

“Debemos trabajar unidos y establecer coaliciones importantes. Pensemos en las miles de familias que se ven afectadas y que no encuentran un final a su enfermedad”, sostuvo Vargas Vidot al señalar que sobre 180,000 puertorriqueños padecen de serios problemas de drogadicción, que incluyen la marihuana, entre otras drogas ilegales.

Vargas Vidot, como muchos otros conocedores del tema, también apoyan la despenalización de la posesión de la droga para consumo.

Entre otros que han solicitado la despenalización figura el reconocido psicólogo y experto en salud pública, Salvador Santiago Negrón, quien prefirió hablar de la marihuana en términos de su regulación en lugar de legalización.

“No creo que ninguna droga con potencial adictivo se debería colocar en el sistema de oferta y demanda. Mira lo que sucedió con el alcohol y el tabaco. Prefiero que estas drogas sean reguladas, ya que se podría empujar otro mercado que empujaría el consumo”, indicó Santiago Negrón.

Penalidades severas

Aún con todos los logros que ha obtenido el movimiento para despenalizar las leyes de la marihuana en EE.UU., las agencias federales invierten mucho de sus recursos a combatir su tráfico. Hay que recordar que la administración de Barack Obama dirigió un plan agresivo para allanar dispensarios en California donde se vendía la droga para fines médicos.

En Puerto Rico, por otro lado, los federales también procesaron a la estrella de baloncesto José “ Piculín” Ortiz por un invernadero de marihuana, y desarticuló una banda criminal que tenía entre sus líderes a Christian “Chemito” Soto Mujica, hijo del alcalde de Canóvanas, José “Chemo” Soto.

“La marihuana es peligrosa y la DEA tiene el compromiso de hacer cumplir las leyes de drogas”, dijo el agente José Betancourt, portavoz de la agencia federal en Puerto Rico. La agencia aseguró que ha aumentado sus incautaciones en Puerto Rico. La DEA ha incautado desde 2011 hasta septiembre de este año 1,960 libras de marihuana.

Pérdidas para los carteles

La aprobación de la marihuana “recreacional” también generó intensos debates al darse a conocer estudios con resultados conflictivos y dispares sobre los efectos de la legalización sobre las principales fuentes de la droga: los carteles mexicanos.

Según un estudio realizado por el Instituto Mexicano para la Competitividad A.C., un centro de investigación sin fines de lucro, la legalización de la marihuana para fines recreativos en ambos estados podría suponer una pérdida de $2.8 billones para los carteles mexicanos.

Pero otros estudios han minimizado el impacto de la legalización.

Por ejemplo, un reporte de 2010 sobre la legalización en California, estimó la pérdida de los carteles en un dos a cuatro por ciento. A base de estos resultados, algunos economistas han especulado que la legalización en Colorado y Washington no tendría un impacto mayor, más aún al considerar que las organizaciones criminales también generan una gran parte de sus ganancias a través de la venta de otras drogas, como cocaína y heroína, además de otras actividades criminales, como el secuestro y la trata humana.