¡Uy, fóchili!

¿Qué hay cuántos miles de animalitos en los trapitos que usamos a diario en la cocina? ¿Qué hay más gérmenes en ellos que los que encontramos en la cadena del baño? Uácala.

Increíble pero cierto.

Y si no lo cree, les informó que una investigación del Consejo de Higiene Global, con sede en el Reino Unido, reveló que  en los paños de la cocina se encuentran más bacterias que en la cadena de la taza del baño.

Así que mucho cuidado con los trapitos que usa para limpiar algún líquido que se le derramó en el suelo, o para limpiar la boquita del bebé, entre otros menesteres. Claro, primero se limpió las manos, secó los platos, se lo puso en el hombro en lo que movía la olla sobre la estufa y limpió restos de comida.

Según el estudio realizado en Reino Unido, Estados Unidos,Sudáfrica, Emiratos Árabes Unidos e India, un 7% de los trapos evaluados tenían más de mil millones de bacterias por metro cuadrado.

De ellos, el 60% estaba contaminado con E. Coli, mientras que el 25% estaba infectado con más de mil millones de bacilos llamados Pseudomonas spp, un organismo relacionado con condiciones de humedad y suciedad, informó ‘Daily Mail’.

El estudio reveló que, por ejemplo, en el Reino Unido, cerca del 100% de las muestras analizadas contenía bacterias, mientras que sólo 20% de las cadenas de la taza del baño revisadas tenía niveles insatisfactorios.

"Los paños de cocina son un peligro para la salud oculta en los hogares de la gente, ya que albergan bacterias dañinas y pueden extenderse por toda la cocina; sobre escritorios, tablas de cortar, sobre las superficies donde las familias comen, y contaminar las manos", explicó el especialista John Oxford al diario ‘Daily Mail’.

Pero, cómo podemos lidiar con tantas bacterias.

En su blog, Alberto Sardiñas @albertosardinas, ofrece algunos consejos:

– Utilice un paño para cada cosa.  Recomienda usar un paño para secar la vajilla, otro  para  limpiar la superficie del gabiente y un tercero para eliminar los restos de comida. Sugiere también que lave las esponjas y paños en la lavadora o en el lavavajillas para hacer una limpieza más profunda. No olvides tenderlos y dejarlos secar. 

– Otra técnica es la del remojo, la que utilizaban nuestras abuelas para dejar los trapos blanquitos y olorosos. Sardiñas sugiere que al menos una vez a la semana procure lavar todos los paños. Para ello, recomienda que llene el fregadero, los meta todos con algún líquido desinfectante y le agregue un chorrito de suavizante de ropa. Déjelos reposar al menos una hora y después enjuague y tiénda. Si el paño tiene mucha grasa, añada unas gotas de limón. 

–  Otra opción es meter el paño en una olla con agua hirviendo. Luego añada una cucharada de detergente y deje que cueza unos cinco minutos. Después aclárala con abundante agua y ponla a secar. 

Trapitos limpios, familia saludable.