Quienes comieron con prisa el tradicional pavo el Día de Acción de Gracias para salir corriendo a hacer filas frente a las principales megatiendas, se encontraron ayer la sorpresa de unas ventas del madrugador que transcurrieron en orden, sin puertas rotas, ni empujones.

“No se han reportado incidentes de violencia u otro tipo. La organización de todas las tiendas ha sido, hasta el momento, extraordinaria”, resaltó en la mañana Nery Adames, secretario del Departamento de Asuntos del Consumidor (DACO). “Realmente parece ser un ‘Viernes Negro’ muy organizado, libre de incidentes de violencia y, hasta ahora, en cumplimiento con los reglamentos del DACO”, afirmó.

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Adames, por su parte, atribuyó lo ocurrido a las reuniones de coordinación que sostuvo con representantes de los comercios para delinear estrategias de cómo manejar la seguridad y mantener el orden. Entre acuerdos logrados figuró tener disponible la mercancía anunciada, ya que en años anteriores la principal queja de compradores era que luego de pasar horas en la fila, al entrar a la tienda el producto que buscaban se había acabado o no estaba disponible. 

Por su parte, el defensor del consumidor Gilberto Arvelo, conocido como “Dr. Shoper”, dijo que los compradores acudieron bien informados. “La mayoría de los consumidores “fueron preparados con el ‘shopper’ como herramienta de compra, sabiendo lo que iban a buscar”, sostuvo.

“Me sorprendió JC Penney. En sus tiendas de Plaza Las Américas y Plaza Carolina vi más gente que el año pasado. Anunciaron que iban a regalar cupones de hasta $500 a los clientes en fila y la gente se motivó a ir a buscar los cupones”, señaló Arvelo al referirse a las tiendas más concurridas. 

Esto, a su juicio, es un síntoma de que en los bolsillos de los consumidores hay menos dinero para comprar, por lo que están detrás de cupones y ofertas que les representen un alivio económico. 

Otro síntoma lo vio en Walmart de Plaza del Sol, en Bayamón. “Allí fue gente a hacer fila afuera para comprar, pero después se fueron a hacer la fila del ‘lay-away’, que no abría hasta las 8:00 a.m. A las 4:00 a.m., la fila de ‘lay-away’ a las era kilométrica. Eso te da a entender que no tenían el dinero completo para llevarse los artículos de inmediato”, dijo. Por eso, optan por pagar a plazos y dar tiempo a que llegue, por ejemplo,  el bono de Navidad.

Una evidencia adicional, según Arvelo, es que los televisores más vendidos ayer fueron los de 40 pulgadas, que no estaban entre los más grandes en especial, pues la gente buscaba precios bajos.