Serios y potenciales daños al ambiente.

La preocupación de los expertos ambientales de que las medidas de seguridad de la Caribbean Petroleum Corporation no fueran suficientes para evitar que las filtraciones de gasolina tocaran tierra, y las escorrentías las arrastrasen hacia los acuíferos, se han materializado, en parte.

Imágenes de Primera Hora muestran la gasolina sobre el terreno.

Uno de las principales riesgos que se advirtió que se podían correr a causa del incendio, es que los diques de la Gulf no aguanten y se desprendan químicos tóxicos al terreno, que serían absorbidos.

Las escorrentías arrastrarían los tóxicos hasta el estuario de San Juan.

José Molinelli, geomorfólogo y catedrático de Ciencias Ambientales de la Universidad de Puerto Rico, advirtió temprano ayer que el potencial impacto ambiental causado por la explosión del tanque de la antigua refinería Gulf y el incendio provocado pudiera ser de consecuencias mayúsculas, tanto en la atmósfera como en la tierra y en los acuíferos.

El científico señaló que hasta ahora las condiciones atmosféricas nos han sido favorables para proteger a la gente, porque la nube de humo se está elevando verticalmente en la atmósfera, diluyéndola.

“Si el viento cambia y ese humo se desplaza más hacia el norte, hacia la Isleta de San Juan, pudiera literalmente fumigar, caer sobre la ciudad, creando un problema de salud bien serio”, dijo.

El geomorfólogo agregó que, si a consecuencia del fuego se afectó el sistema de seguridad de la compañía de petróleo donde ubican los tanques y no se evita que la gasolina toque el terreno, podría filtrar a los acuíferos y como la gasolina es menos densa que el agua, se quedaría flotando arriba.

“Esa gasolina que está sobre el acuífero se puede mover y contaminar las aguas subterráneas de esa zona. Hay industrias que utilizan esas aguas en su proceso de fabricación de alimentos. Los terrenos estarían contaminados con esos residuos de hidrocarburos”, advirtió.