Caguas. Se adueñaron del semáforo con silbatos y chalecos reflectores, pusieron el orden y ahora son reconocidos como los deambulantes que dan el tránsito en la avenida Luis Muñoz Marín, esquina Calle Georgetti.

Cindy Shenay Ramos es una de las que, ante el caos que se formó tras el paso del huracán María por la falta de luz, se unió en la calle para aliviar el sufrimiento de los que estaban horas atascados en esa vía.

“Lo hacemos en forma de agradecimiento”, dijo Cindy a Primera Hora al mencionar a la mayoría de los que componen el grupo, algunos usuarios de drogas y otros en rehabilitación: Yanzel Ruiz conocida como “La Flaca de San Lorenzo”, y su esposo Reynaldo Sáez, alias “Bebo”; Luisa, apodada “La Negra”; Ángel “Bayamón”; y Tego, “el del afro”.

La mujer de 35 años, natural de Las Piedras y paciente de cáncer, lleva dos años viviendo en un local abandonado y dice que en agradecimiento a la gente de Caguas, que le suple a diario su alimento, “... es por lo que estoy dando el tránsito”.

Bebo agrega que todo surgió “a lo loco. Había un tapón brutal, una vez cogí y lo desenredé un poco, y luego La Prieta, que fue la que lo empezó, y Ángel “Bayamón” decidió parar a todo el mundo y empezar a dar el tránsito. Y ahí todos empezamos a hacerlo”.

“Está ella un rato; ‘ah, tú hiciste lo tuyo, pues ahora voy yo’”, dice Bebo de cómo es la dinámica entre ellos y que siguen no importa si llueve o si el sol los quema.

Yanzel coincidió en que “lo hago porque las personas han sido buenas con nosotros y pienso que se lo debemos, en verdad. Lo hago de corazón, nosotros somos personas buenas y humildes”.

Mientras dan el tránsito, la gente les aporta con dinero y comida. Antes llegaban grupos religiosos que le daban desayuno, pero “eso ha parado”.

De la alcaldía de Caguas nadie ha ido, denunciaron.

Sin embargo, durante esta entrevista, conductores los apoyaban expresándoles que “dan el tránsito mejor que los guardias”.  

Y no es que no haya agentes policiacos cumpliendo con su deber, es que este grupo de personas sin hogar continúa ayudando incluso cuando la Policía termina su turno. También están sábado y domingo.

“Al principio era más difícil dar el tránsito, pero ya la gente se ha acoplado. Estamos agradecidos con el pueblo”, indicó Bebo al agregar que la gente le dice: “Mira, yo estaba una hora en el tapón y desde que ustedes están haciendo esto yo llego en 20 minutos”. 

El hombre de 32 años indica que el grupo se ayuda entre sí y hasta comparten la comida que reciben. Conocen, además, que su labor está reseñada en las redes sociales. 

“Estamos mundial, se ha convertido en viral”, dijo el vecino de San Lorenzo, quien perdió su casa tras el huracán y reside junto a su esposa en una apartamento prestado. 

Apoyo policial

El agente Mario Tirado, de la Unidad Motorizada de la Policía en Caguas, está destacado en la intersección y agradece la ayuda del grupo.

“Ellos trabajan, dan tránsito y como ciudadanos es bueno que aporten y ayuden. Es una buena iniciativa de parte de ellos… No nos molesta para nada; ellos son ciudadanos igual que nosotros”, sostuvo.

Tirado comparte con ellos el agua y la comida que les llega.

“Antes que nosotros empezáramos los turnos (de 6:00 a.m. a 6:00 p.m.) ahí fue que tomaron la iniciativa”, dijo al explicar que el control del semáforo lo tienen ellos en su horario de trabajo.

La policía Sugeily Galarza  está encantada con el grupo porque “veo que muchos conductores se están parando para darle dinero, porque ese no es su trabajo, pero ellos lo hacen para ganarse su dinero”.

El jueves pasado, como había luz, los policías no estaban, pero tras  otro apagón ellos estuvieron todo el día en la intersección manejando el caos con una maestría envidiable.

“Nos ayudan. A veces estamos ahí y nos llama el supervisor de que tenemos una situación… pero ya ellos saben manejar las luces…  Y la gente les hace caso”, confesó  Galarza.

Más allá de la calle

A Cindy, quien es enfermera graduada y trabajadora social, le encantaría salir de la calle.

Ella lleva 13 años con su pareja Héctor Flores, quien también duerme en la gomera abandonada porque   está encamado al tener “una úlcera en una pierna que le coge desde la rodilla al tobillo y tiene el hueso expuesto”.

La madre de tres hijos, que no están con ella, mencionó que Héctor ha sido “hospitalizado en tres ocasiones y le han dado de alta por equivocación y ha empeorado”.

Aseguró que el año pasado, del Gobierno le prometieron ayuda y no pasó nada. 

Ahora, bajo la Corporación SANOS en Caguas, también  tratan de conseguir una casa y rehabilitarse; tampoco se ha cumplido su sueño