La crisis económica que enfrenta Puerto Rico, el temor que impera en los trabajadores del sector privado a organizarse y un sindicalismo  gubernamental dividido, son algunos de los factores que  colocan a la clase trabajadora en una posición de debilidad.

A juicio del sociólogo y analista José Luis Méndez, el movimiento obrero está muy debilitado como consecuencia de los problemas económicos  que  Puerto Ricio está viviendo y muy particularmente, como resultado del golpe mortal que se le dio a la economía boricua, cuando se le solicitó al Congreso que se eliminara  la sección 936.

“Y  se elimina. Eso ha significado la pérdida  de entre 60 a 100 mil empleos directos, según se ha indicado, y  muchos más empleos indirectos”, dijo Méndez, en el marco de la celebración del Día del Trabajo.

En torno a esta efeméride, Méndez observó, que  mientras todos los países del mundo celebran el  1 de mayo como el Día Internacional de los Trabajadores, en Puerto Rico  se celebra el 1 de septiembre, lo que refleja claramente hasta qué punto  la visión sindical  que  existe en Estados Unidos es la que predomina.

El sindicalismo,  dijo  Méndez,   está limitado a los trabajadores del sector gubernamental porque  los trabajadores del sector privado tienen mucho temor a organizarse y mucho más temor a actuar.

“El sindicalismos  se está limitando casi al sector público. Hemos visto cómo ese sector se ve actualmente afectado por la crisis fiscal que existe sobre todo en el Gobierno.  La economía  gubernamental, se nutre de la actividad económica  general. Entonces, el Gobierno cada día ha visto reducido dramáticamente su ingreso”, apuntó.

“Por otro lado, está el hecho de que nuestra economía, en vez de  crecer, decrece el número de empleos. En muchas áreas se reduce y con ello se reduce las cotizaciones para los planes de retiro, lo que  ha hecho prácticamente  que  casi todos los planes de retiro del Gobierno  estén en una situación crítica.  Fue lo que  llevó al Gobierno  a tomar las medidas que  se aprobaron recientemente y que tantas movilizaciones produjo”, dijo.

¿Cómo se vislumbra el futuro inmediato?

Creo que el problema  fundamental del  sindicalismo es que  no tienen una posición política  propia y está fragmentado en la política partidista. En muchos países capitalistas de Europa occidental Francia,  Italia, España, el movimiento sindical  tiene unas posiciones políticas  que  coinciden con los  partidos de izquierda, porque  tienen partidos de orientación social demócratas  fuertes. Tan es así, que se han debilitado fuertemente porque en Europa se ha impuesto la política liberal y le han arrebatado las conquistas de los últimos cien  años.

¿Y aquí?

Aquí también. En Puerto Rico, por el contrario, como no existe un partido de izquierda  fuerte, la posición del sindicato oscila entre  las posiciones de sus líderes, algunos de los cuales se identifican con el PNP y otros con el Popular. Esa política de los  sindicatos, beneficia mucho más al partido al que quieren ayudar, que a sus miembros.

Méndez agregó que “además”, esa política es exclusivamente economicista.

“Solo se preocupan por sus intereses económicos  y ve esos intereses económicos  como divorciados de los otros asuntos políticos del País  y por eso no contribuye a establecer  los consensos mínimos  que todo país necesita  para poder funcionar adecuadamente”, acotó.