“Llegan de noche con gran cautela, y cuando nadie sus pasos vela, al dormitorio del niño van, al dormitorio del niño van…”

Una de las tradiciones navideñas más bonitas que se celebra en Puerto Rico es el Día de Reyes. Pero… ¿quiénes son los Tres Reyes Magos? ¿Existieron? ¿Qué aspecto tenían? ¿Por qué celebramos ese día regalando juguetes a los niños y presentes a nuestros familiares?

Los Tres Reyes Magos de Oriente son los visitantes que, de acuerdo a los pasajes bíblicos, llegaron hasta Belén tras el nacimiento de Jesús de Nazaret para adorarlo, rendirle homenaje y obsequiarle regalos de gran riqueza simbólica: oro, incienso y mirra. 

En los evangelios son identificados como “magos” y no “reyes”, y en ninguna parte se revelan sus nombres. Tampoco se especifica que fueron tres. Estudiosos de la Biblia coinciden que ese número surge por la cantidad de obsequios que recibió Jesús. Dicha creencia fue agregada siglos después. 

Hoy día, en algunos países hispanoparlantes, existe la tradición de representar a los Reyes trayendo los regalos que los niños les han pedido en sus cartas durante la noche anterior a la Epifanía. Poco a poco, la tradición ha ido agregando otros detalles a modo de simbología como por ejemplo, que los magos representan tres razas conocidas en la antigüedad, representantes de las tres edades del hombre y representantes de tres continentes: Asia, África y Europa. De ahí Melchor suele aparecer representado como un hombre de la tercera edad con barba blanca, Gaspar con barba pelirroja y Baltasar, de raza negra y más joven. 

En la religión católica, los Reyes Magos tienen su origen en los relatos del nacimiento de Jesús que aparecen en el Nuevo Testamento de la Biblia. En el evangelio de San Mateo es donde único se hace mención de unos “magos” (sin especificar nombres o número), quienes siguieron una estrella que los llevó hasta “Rey de los Judíos” en Belén, región al sur de Jerusalén. 

En el libro La infancia de Jesús -del papa Benedicto XVI- se destaca que los Reyes Magos probablemente no venían de Oriente, sino de Tartessos, una zona que los historiadores ubican entre Huelva, Cádiz y Sevilla, en España.

Las primeras referencias de los nombres “Melchor”, “Gaspar” y “Baltasar”, se remontan al siglo V dC , en un texto antiguo titulado Excerpa Latina Bárbari, y en un evangelio apócrifo (texto de la Biblia que no está aceptado en las iglesias cristianas).

Con el pasar del tiempo, particularmente en países de tradición católica, se adoptó la costumbre de celebrar al mismo tiempo el día de la Epifanía (6 de enero) y la festividad de los Reyes Magos. Fue así como, poco a poco, se fue olvidando el significado de la palabra epifanía y se convirtió en un sinónimo de adoración de los magos. 

El 6 de enero es un día festivo en España, México, Cuba, Puerto Rico, República Dominicana, Paraguay, Colombia, Venezuela y Uruguay. También lo es en ciertas regiones de Alemania, Austria, Croacia, Eslovaquia, Finlandia, Italia, Suecia y Suiza. 

En algunos lugares se organiza la “Cabalgata de Reyes” el día 5 de enero, y los personajes de los Reyes Magos suelen ir montados a caballo o en carrozas, vestidos con mantos y coronas. En España, particularmente, es tradicional que los regalos de Navidad a los niños los traigan los Reyes Magos la noche del 5 al 6 de enero. Varios países de Latinoamérica, como Puerto Rico, han adoptado esta costumbre española de que los pequeñines reciban regalos de los Reyes Magos en la víspera, es decir, entre la medianoche del 5 de enero y en la mañana del 6 de enero.

En Puerto Rico, la noche del 5 de enero los niños recogen grama y la colocan en una caja de zapatos y la ponen al lado de su cama o debajo del árbol de Navidad. El pasto es para alimentar a los camellos de los Reyes Magos, quienes según la tradición, antes de abandonar la casa del niño, le dan un beso en la frente. 

También, algunos católicos tradicionales en Puerto Rico se juntan y rezan rosarios cantados en honor a los Reyes Magos. Estos rosarios se celebran en muchos lugares de la Isla e incluyen el rezo de los 15 misterios, que comienzan con la salida del sol en víspera de Reyes y se extienden hasta al amanecer del día de la Epifanía, cuando se canta el Rosario de la Aurora.

La devoción popular también incluye las Promesas a los Reyes, celebración en la que se rezan cinco misterios del rosario y luego se canta un aguinaldo. Un rosario completo es de sol a sol con músicos que tocan durante 12 horas corridas. La costumbre tiene su origen en los tiempos de la colonización española y el interés de cristianizar a la población indígena. La práctica de esta costumbre consiste en pedir uno o más favores a un santo de la devoción del creyente a cambio de lo cual se promete a la divinidad un sacrificio personal. 

En Puerto Rico también se celebra el velorio de Reyes Florencio Cabán. Dicha tradición consiste en una promesa que se cumple cada año y que se realiza en el pueblo de Camuy desde principios de la década del 90.