“Lega, legalización ¡cannabis!,
de calidad y barato
lega, legalización ¡cannabis!,
basta de prohibición”.

Al son del estribillo de la canción Cannabis del grupo español Ska-P, unos 80 manifestantes a favor de la descriminalización y legalización de la marihuna tomaron las escalinatas del lado norte del Capitolio.

El grupo marchó desde el Parque del Indio en el Condado hasta la Casa de las Leyes en un ejercicio para crear conciencia de los beneficios del cannabis, y un poco, para ir derribando el estereotipo creado alrededor de la sustancia y los que la utilizan.

Las razones para defender el uso libre del cannabis le sobran a los defensores de la marihuana, desde su uso para textiles y papel, que podría producir empleos y a su vez aportar a la economía del país, como el uso medicado para pacientes de enfermedades como cáncer, esclerosis múltiple y glaucoma, entre otras. Y por qué no, para uso recreativo, ya que según ellos el Estado no debería tener el derecho sobre sus cuerpos.

 “Tenemos que empezar a influenciar a la sociedad desde la educación para que la gente no le tenga miedo a algo que no hay que diabolizar, a algo que no hace daño. Invitar a la sociedad a tener una conducta menos nociva, el cigarrillo y el alcohol matan miles de personas a diario, la marihuana no ha matado a ninguna. ¿Entonces por qué una es legal y la otra no?”, manifestó la licenciada Shadiff M. Repullo, una de las portavoces del grupo.

A juicio de Repullo, además de los beneficios para los usuarios, el país en sí ganaría y no solo en términos económicos, sino de una manera social.

“En Puerto Rico se puede legalizar, se puede medicalizar y se puede hacer todo de una manera ordenada. En ningún país donde se ha legalizado la marihuana ha aumentado el crimen y no ha aumentado la cantidad del consumo. Al contrario, las estadísticas dicen que en los países donde se ha descriminalizado y legalizado ha bajado el consumo de las drogas duras como la heroína y la cocaína”, agregó la abogada, que aprovechó para anunciar la grabación del documental Free Juana.  

Mientras la multitud caminaba a lo largo de la avenida Ashford y luego por la avenida Luis Muñoz Rivera, bocinazos a favor de la causa se escucharon constantemente.

Durante la ruta, como en cualquier otra manifestación, los caminantes portaban rótulos con mensajes alusivos y cantaban consignas.

“Legaliza, legaliza, deja la hipocresía”, era uno de los cánticos de los caminantes.

Los manifestantes están claros en que su propuesta es “atrevida” para una sociedad conservadora en este tipo de temas por lo que saben que las críticas le lloverán. Sobre todo, del sector religioso.

“Hay una clara separación entre la Iglesia y Estado que nuestra Constitución establece claramente. Y cada vez que ellos (religiosos) se meten en asuntos políticos están quebrantando la ley y eso es lo que queremos establecer. Aquí nadie tiene derecho a establecer su moral, sea cristiano, sea quien sea, sobre lo que nosotros queremos hacer con nuestro cuerpo”, estableció Amador Martínez, quien fue a la marcha acompañado por su esposa Evimar Santiago y su hijo de ocho meses, Isaías.

Sobre la participación, el grupo se mostró satisfecho, sobre todo ya que aseguran que muchos que están a favor de su pedido no dijeron presente por temor a ser marcados socialmente. “Nosotros estamos aquí dando cara por todas la personas, por los miles de puertorriqueños que tienen miedo porque está prohibida, porque pueden perder sus trabajos, porque les pueden quitar a sus hijos”, dijo Tristán Alvarado.

Uno que dijo sí y marchó de principio a fin, fue Fernando Bernier, un sobreviviente de cáncer que aseguró la marihuana lo ayudó a sobrellevar los dolores causados por la enfermedad y que ni siquiera la morfina le quitaban.

“Cuando empecé con los dolores, ni la morfina me ayudaba. Empecé a fumar marihuana y me relajaba los músculos. Había dolor todavía, pero era muchos más llevadero”, dijo Bernier.

Aunque la marcha coincidió con la radicación del proyecto de ley del senador Miguel Pereira, el cual propone que se descriminalice la posesión de hasta una onza de marihuana para consumo propio, la fecha realmente hacía honor al movimiento internacional del 4/20. El día es observado por los grupos que favorecen la legalización de la marihuana. 

Actualmente, la ley de sustancias controladas prohíbe la posesión de marihuana, con una pena fija de tres años de cárcel y $5,000 de multa. En varios estados de los Estados Unidos se han eliminado restricciones, algunos para uso estrictamente médico, mientras que otros ya permiten el consumo recreacional.