El presidente de la Universidad de Puerto Rico (UPR), Uroyoán Walker, justificó este lunes el uso de agentes encubiertos en los recintos universitarios como un mecanismo de seguridad dirigido a aplacar la actividad delictiva en la institución. 

En medio de cuestionamientos sobre la política universitaria en torno al uso de policías estatales dentro de los campus, Walker defendió el uso de los agentes durante el reciente operativo que efectuó el Negociado de Drogas de la Policía, mediante el cual se emitieron 27 órdenes de arresto por la venta de marihuana en los recintos de Río Piedras y Bayamón de la UPR, y en la Universidad del Sagrado Corazón, en Santurce.

“El compromiso incólume que tiene la UPR es brindarle los espacios seguros que puedan promover y proveer la tranquilidad que necesiten nuestros estudiantes, nuestro personal docente y nuestro personal no docente para poder llevar a cabo las actividades que Puerto Rico necesita… Esto es un tema de país, y no puede ser que tengamos dentro de la universidad puntos de drogas operando sin ningún tipo de consecuencia”, manifestó Walker en entrevista con este medio.

¿Eso significa que avala si se tiene que llegar al punto de tener encubiertos?, se le preguntó.

“Eso significa que la universidad está comprometida a proveer los espacios que se necesitan para llevar a cabo actividad académica y de investigación en los espacios de la universidad para toda su comunidad universitaria”, insistió. 

Walker recalcó que en la UPR aún impera la política de confrontación, pero dijo que permanecen inalteradas las medidas de seguridad que impuso el cuatrienio pasado el entonces gobernador Luis Fortuño avalando la presencia de agentes de la Policía en los recintos. Esa directriz del Ejecutivo se impartió en medio de la huelga estudiantil del 2010.  

“La política de la universidad, como todos conocen, es una política de diálogo abierto y franco, una política de no confrontación con ninguno de los grupos. Nosotros hemos sido muy cuidadosos en eso, pero eso no quiere decir que no podamos hacer nada para evitar que puntos de droga operen dentro de la universidad. Me parece que nadie puede estar en contra de eso”, puntualizó.