Aunque la salud oral en los niños del país mejoró considerablemente a raíz de la inclusión de los servicios dentales en el Plan de Salud del Gobierno, la presidenta del Colegio de Cirujanos Dentistas, Elba C. Díaz Toro, advirtió que de no tomarse acción para detener la fuga de cientos de dentistas este logro “podría revertirse mucho más rápido de lo que pensamos”.

Hoy, el Colegio de Cirujanos Dentistas en alianza con la Escuela de Medicina Dental del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico, realizaron una conferencia de prensa para presentar un informe especial que muestra el progreso que ha tenido la salud oral en la población de niños.

La doctora Díaz Toro mencionó que para evitar la fuga de médicos, entre otras cosas, hay que mejorar las tarifas que hace 25 años no se revisan y abrir las redes en los diferentes planes médicos a que los nuevos egresados puedan ser proveedores.

“El plan de salud del gobierno funciona en términos de dar acceso a la salud oral. Sin embargo, en la medida en que perdemos más dentistas ese acceso se disminuye.Tener una tarjeta no es sinónimo de tener acceso. Existen otros elementos que definen el acceso, como el contar con suficientes proveedores que puedan atender a la población”, recalcó Díaz Toro.  

En cuanto al informe presentado, los hallazgos demuestran el impacto positivo que ha tenido el programa en la salud pública con respecto a la salud oral, tomando como muestra la población de niños de 12 años, tanto de escuelas del sistema de educación público como privado.

El documento se presenta de cara al inicio el próximo semestre escolar cuando entrará en vigor la implantación del Certificado de Salud Oral en escuelas públicas y privadas.  

Este requisito de matrícula fue establecido por el Departamento de Salud. 

“El objetivo de esta iniciativa es asegurar que los padres lleven a sus niños al dentista, por lo menos una vez al año…”,  informó Díaz Toro. 

El doctor Augusto Elías Boneta, decano asociado de Investigación de Ciencias Médicas, al dar detalles del informe, sostuvo que una de las medidas principales de prevención de caries en niños, denominada como sellantes de fisuras, aumentó de 16.4% a 37.4% en niños de 12 años.  

Bajo este procedimiento, que es una de las estrategias preventivas de preferencia, se coloca un protector contra las caries en las muelas de los niños. El trabajo está cubierto por el Plan de Salud del gobierno. 

En este renglón, la brecha existente entre niños que asisten a escuelas públicas y los que atienden las privadas, disminuyó significativamente. 

Otros datos del estudio revelan que la cantidad de dientes afectados por caries en la población general se redujo de 3.8 a 2.5 entre 1997 y el 2012.  

En niños de escuelas públicas se redujo de 4.0 a 2.7 y en los de las privadas de 2.8 a 1.6.  

Por su parte, la doctora Roxanna Hanke, catedrática del programa graduado de pedodoncia y representante de la Asociación de Dentistas Pediátricos de Puerto Rico, el por ciento de dientes arreglados aumentó de 50% a 64%.  

Esto, dijo, es evidencia de que la población infantil ha tenido un mayor acceso a profesionales de salud oral como consecuencia de la inclusión de este renglón dentro del Plan de Salud del Gobierno.

“La carie dental es una enfermedad prevenible. Sin embargo, todavía afecta a muchos niños. Las caries en niños siguen siendo 5 veces más prevalente que el asma”, indicó, de otro lado, la doctora Melba Esquilín, directora de Salud Oral del Hospital Pediátrico del Centro Médico.

La Academia Americana De Odontopediatría (AAPD) recomienda que todo niño debe visitar por primera vez a un dentista antes del primer año.

“Es importante que los niños se acostumbren desde pequeños a visitar al dentista para que la importancia de la salud oral sea inculcada desde temprano, como parte integral de su salud general”, sostuvo Esquilín. 

El dentista cambió su vida

Como parte de la actividad, Valeria Guevara, de 17 años ofreció su testimonio de cómo la visita a un dentista cambió su vida.

Guevara narró que un incidente con una compañera de clase provocó que se afectara su dentadura y entre cuarto y sexto grado fue víctima de bullying. Cayo en depresión, al punto que no sonreía por vergüenza.

Ahora en julio de este año concluyó el proceso con su dentista que incluyó braces. 

“Al ver mi nueva dentadura sentí que podía sonreír por primera vez”, confesó.

(Suministrada)
(Suministrada)
(Suministrada)
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“Recomiendo a los padres que escuchen a sus hijos cuando estos manifiesten que desean realizar algún cambio en su apariencia, sobre todo si es algo relacionado a sus dientes. Lo padres tienen que escuchar. Porque si sus hijos son víctimas de burla, en el futuro no tendrán autoestima y esto puede afectarle toda su vida”, agregó.