La desesperación por salir de Puerto Rico tras la emergencia provocada por el huracán María era altamente palpable ayer en los terminales de salida de líneas aéreas en el Aeropuerto Internacional Luis Muñoz Marín, en Isla Verde. 

Solo una línea de inspección del Departamento de Agricultura de Estados Unidos estaba operando en todo el aeropuerto, donde aerolíneas en operación únicamente autorizaban la salida de vuelos "humanitarios". 

En el caso de JetBlue, los únicos dos vuelos autorizados a salir eran con destino a Orlando o Ft. Lauderdale, en Florida, según se informó. El resto de los pasajeros debía reprogramar sus vuelos y hay casos donde la espera será hasta el próximo sábado. 

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Personal de la aerolínea dijo a los pasajeros en espera que se recomendaba a todos seguir llamando por teléfono al número de información para verificar el estatus de sus vuelos, ya que se teme que el diesel se agote y se vuelva a interrumpir la operación. 

Entretanto, los pasajeros confrontan el reto de estar incomunicados, lo que les dificulta o hasta imposibilita llamar. 

Además, familias procedentes de pueblos como Cidra y Barranquitas expresaron preocupación por la falta de gasolina, que les ponía en riesgo de no poder regresar a Isla Verde si volvían ayer a sus hogares. 

Resulta que las rutas habituales aun no han sido despejadas, hay congestión vehicular por los carriles desaparecidos o bloqueados con derrumbes, las inundaciones y también por las largas filas de autos que se alínean desde temprano en la mañana con la esperanza de alcanzar a comprar gasolina, víveres y materiales para reconstruir sus hogares. 

Esas escenas son la norma tanto en las zonas metropolitanas como en la ruralía, donde las distancias son aun mayores.

Cada vez más se observan barricadas frente a las entradas de gasolineras y mucha presencia de policías y oficiales de seguridad.

En el Expreso Baldorioty de Castro la inundación impide o dificulta el paso, obligando a conductores a retroceder manejando en contra del tránsito sin que haya oficiales de la policía manteniendo el orden.