A las 7:43 p.m.,  la NASA lanzó al espacio finalmente  ayer el transbordador Discovery con el  primer astronauta puertorriqueño, Joseph Acabá, a bordo.

El despegue  fue exitoso a pesar de los temores que  había por los cinco retrasos que confrontó la misión.  El más reciente fue  el miércoles cuando el despegue fue cancelado tras  detectarse un escape de hidrógeno durante el abastecimiento de combustible de la nave.

“Bueno, han    tenido que esperar un poco  pero eso  hará que  el resultado sea aún más dulce”,  dijo  a los astronautas Mike Leinbach, jefe de la misión,  minutos antes de partir.

El espectáculo visual fue presenciado por millones de personas alrededor del mundo, incluyendo  miles de puertorriqueños que  estaban a la expectativa del lanzamiento, pues se trata del primer  viaje al  espacio de un boricua.

Ocurrió justo cuando el sol estaba cayendo  en el área de Cabo Cañaveral, en la Florida.  El cohete dejó a su paso un arco de luces brillantes blancas y anaranjadas que se pudo disfrutar por cuatro minutos.

Una vez en órbita, la nave tardará dos días en llegar a la  Estación Espacial Internacional.

Joseph Acabá, junto con los otros seis miembros de la tripulación,  abordó muy bien uniformado en su traje anaranjado  la nave  unas tres horas antes del despegue, tiempo  que invirtieron en verificar que los aparatos de comunicación  funcionaran a cabalidad.

Acabá, un maestro de ciencia, lucía tranquilo y relajado al momento de abordar la nave, así como  los demás miembros de la  tripulación.  En todo momento mostró una sonrisa.

La familia había indicado en una entrevista anterior con Primera Hora que Acabá se encontraba tranquilo y listo después de tanta preparación.

El residente de Texas iba sentado detrás del piloto de la nave, Tony   Antonelli, desde donde podría ayudar durante el despegue, informó la NASA a través de su  página web.

El entrenamiento del hombre de 41 años para esta misión comenzó en el 2004.  A su cargo estarán dos de las cuatro caminatas que se realizarán en el espacio para  la instalación de unas placas solares  en la Estación Espacial Internacional.

Contrario al plan inicial, la nave estará en el espacio  13 días, uno menos de lo señalado, pues para el 26 de marzo saldrá para  la mencionada estación la nave rusa Soyuz para reabastecer la misma.