El control de explosivos y armas parece ser bastante efectivo en los aeropuertos, ¡y qué bueno!, pero donde parecen estar flojos es en identificar a la gente que viaja enferma, algo que también representa peligro para los ciudadanos del destino donde aterrizan.

Según resultados de estudios científicos, en los cotejos de viajeros infectados con enfermedades contagiosas a menudo no se detectan la mitad, una falla que está estrechamente vinculada a la deshonestidad de las personas. Los pasajeros muchas veces mienten en la información que ofrecen sobre si estuvieron expuestos a alguna enfermedad.

Los investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) y la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres identificaron, según reseñado en el portal EurekAlert, cómo hacer el cotejo de la manera más eficaz. Entre las opciones que presentaron está, por ejemplo, emplear los recursos de detección en la llegada y no la salida

“Encontramos que para enfermedades con un periodo de incubación largo como  el virus de Marburgo o el Ébola, tomar la temperatura del paciente para ver si tiene fiebre es inútil en el inicio de la epidemia”, indicó Katelyn Gostic, estudiante graduada del laboratorio Lloyd-Smith, en UCLA.

Para la fase temprana de enfermedades que son epidemias, los cuestionarios son el método de detección más eficaz… si los pasajeros dicen la verdad.

“Con enfermedades como la gripe porcina que toma menos tiempo de incubación, la detección de fiebre es el método más eficiente”, añadió Gostic.

Tomar la temperatura de los pasajeros al llegar a su destino ha sido criticado por considerarlo ineficaz, pero los científicos encontraron que se pueden detectar casos que se “escaparon” en el cotejo de salida. Los termómetros infrarrojos que toman la temperatura sin contacto solo detectan fiebre en el 70 por ciento de los casos, además de que durante el vuelo un pasajero puede desarrollar síntomas que no tenía a la salida.

Entender cómo se desarrolla cada enfermedad es esencial para mejorar su detección, pero en la investigación también se encontró que, si acaso, solo el 25 por ciento de las personas fueron honestas sobre su exposición a la influenza durante la pandemia de 2009. Algunas, incluso, pueden haber tomado medicamentos para ocultar los síntomas.

Aunque el cotejo a la llegada es un buen intento por mejorar, todavía falta encontrar cómo lograr que los pasajeros digan la verdad.