A sus 85 años, don Ángel González reside solo acechado por la desesperanza en una humilde residencia en el sector Salientito en Jayuya. 

Las precarias condiciones de vida del octogenario, cuyo acceso a su residencia es un estrecho camino por el que hay que hacer malabares para pasar, obligan a voluntarios a -diariamente- moverse para que el anciano por lo menos tenga un plato de comida en su mesa. 

Precisamente, en días recientes la fundación benéfica Posada de Ángel visitó de sorpresa al octogenario para llevarle comida y artículos de primera necesidad. 

“Nos enteramos la necesidad que tiene don Ángel y tomamos acción. A pesar que el camino no fue fácil, la gran familia de Posada del Ángel acudió para ayudarle”, sostuvo Isamarie Medina, administradora de la Fundación. 

Medina hizo un llamamiento al gobierno municipal de Jayuya para que arregle el camino y así don Ángel tendrá un mejor acceso a su casa. 

Si usted desea hacer alguna donación o aportación puede comunicarse al teléfono (787)708-6609.