El súbito fallecimiento del alcalde caborrojeño, Santos Padilla Ferrer, a los 50 años, provocó diversas expresiones de tristeza por el deceso y elogios por lo que hizo como político.

Además, de enviar deseos de consuelo a los familiares del alcalde, todos destacaron la dedicación del funcionario novoprogresista hacia su pueblo y su capacidad para trascender diferencias políticas.

El gobernador Aníbal Acevedo Vilá decretó tres días de duelo nacional.

"Fue en vida un servidor público de primera, donde en todo momento puso a su pueblo de Cabo Rojo por encima de cualquier interés político", dijo el mandatario en expresiones escritas.

Recordó que Padilla Ferrer fue reelegido desde 1996.

El presidente del Partido Nuevo Progresista, Pedro Rosselló González, afirmó que el legado de progreso y bienestar que deja como primer ejecutivo de ese municipio del oeste será muy difícil de igualar.

"Con su entrega, capacidad y sensibilidad, San transformó a Cabo Rojo en el gran pueblo que es hoy con su gran obra social y de infraestructura", comentó el senador a través de un comunicado.

Rosselló está fuera de Puerto Rico, pero asistirá a las exequias de Padilla Ferrer el lunes, indicó la portavoz del senador, Frances Rodríguez.

Luis Fortuño, comisionado residente en Washington, dijo que Padilla Ferrer "fue uno de los alcaldes que trascendió durante su trayectoria por encima de los colores políticos y de las diferencias".

Norman Ramírez, representante por el distrito 20 de los municipios de San Germán, Hormigueros y Cabo Rojo, se expresó triste porque "perdimos al arquitecto del Cabo Rojo de hoy".

La presión arterial de Ramírez se afectó tras recibir la noticia, pues había olvidado tomar sus medicamentos, declaró en un comunicado de prensa. Aclaró que está bien de salud.

Los presidentes legislativos, Kenneth McClintock y José Aponte Hernández también manifestaron sus condolencias.

"Lamentamos la pérdida de un ejemplar hijo de nuestra tierra... que tuvo la vocación de trabajar siempre por su pueblo con la mayor dedicación y esfuerzo", declaró McClintock.

Aponte Hernández recordó: "Puedo dar fe de los esfuerzos de ’San’, muchas veces rayando en la desesperación y siempre con sólidos argumentos, para la aprobación de obras y la asignación de recursos para su municipio".

Los portavoces de las delegaciones populares en la Cámara y el Senado hicieron lo propio.

"Cabo Rojo pierde una persona que, en los últimos años, se dedicó a defender las causas en que creía", dijo Héctor Ferrer, portavoz popular en la Cámara.

José Luis Dalmau, portavoz popular en el Senado, expresó su solidaridad con la familia y los caborrojeños. "Ha sido muy lamentable para todos", comentó.

Mientras, Orlando Parga, vicepresidente del Senado, presentó un proyecto de ley el sábado para designar la carretera estatal PR-100 con el nombre del alcalde fenecido.

"Se ganó en cada cuatrienio el cariño y el respeto de sus compueblanos", mencionó.

Jorge Santini, alcalde de San Juan, observó que Padilla Ferrer "deja un legado de amor y servicio inigualable". Lo describió como "trabajador, sociable, honesto y amigable".

La directora ejecutiva de la Compañía de Turismo, Terestella González Denton, afirmó que el alcalde caborrojeño fue un "gran líder comunitario... que durante su trayectoria demostró un compromiso único con el desarrollo económico de su pueblo".

Agregó que "para Padilla Ferrer no existían las pasiones partidistas o tratos preferenciales, sino una perspectiva de justicia social".

También enviaron expresiones de pésame y elogios para el alcalde los legisladores Lourdes Ramos, Jennifer González, Rolando Crespo, Carmelo Ríos, Iris Miriam Ruiz, Sergio Ortiz y Luis Daniel Muñiz, y la ex secretaria general del PNP, María Milagros Charbonier.

Lo mismo hicieron los alcaldes Héctor O’Neill (Guaynabo), Pablo Torres (Añasco), Abel Nazario (Yauco) e Isidro Negrón (San Germán) y el ex senador Charlie Rodríguez.