Todavía no es la medianoche, pero el Año Viejo ya se despidió del barrio Amelia de Guaynabo. Y lo hizo acompañado de pleneros en tremenda parranda que recorrió al mediodía de hoy, martes, las calles del sector.

Así ha ocurrido durante más de 40 años. Varios vecinos se reúnen a despedir el año al son de música por las calles de su comunidad. Muchos de los fundadores de esta peculiar parranda ya han muerto, pero su descendencia se ha encargado de continuarla.

Miguel del Valle Álvarez fue uno de los que aceptó el reto de no dejarla morir, y es por ello que su casa, ubicada en la calle Ruiz Belvis, sirve como punto de encuentro para que sus familiares y amigos calienten motores antes de partir a tocar y cantar plena por el barrio.

Es allí donde Abraham, mejor conocido como “Capoté”, se vistió de Año Viejo con un pantalón y chaqueta rasgados, sombrero y peluca. Las mujeres de la casa le pintaron la cara y le colocaron una joroba postiza. Un bastón completó su vestuario.

En la misma marquesina se prepararon Sergio González, alias “Chiqui”, y Ángel del Valle, hijo de Miguel, quienes se vistieron de mujeres con trajes, peluca y llamativo maquillaje. Ellas, junto a Año Viejo, encabezaron el recorrido que nunca tiene ruta determinada, pues los parranderos van “a donde el viento nos lleve”, como dijo uno de ellos.

Lo que sí saben es que caminan “casi todo el barrio”. “Hay veces que llegamos aquí hasta por la noche. Nos unimos en el barrio”, señaló Del Valle Alvarez.

A los parranderos y los personajes se les incorporan vecinos, uno de ellos en silla de ruedas, otro en bicicleta y una mujer con coche de bebé. “El año viejo se va y se va. Que el año nuevo traiga felicidad y prosperidad”, cantaban enérgicos.

A su paso por las distintas calles otras personas salieron a saludarles, aplaudir, cantar y bailar. También les echaron uno que otro pesito en la olla de metal que cargaba un muchacho.

“Es una actividad de pueblo. En el barrio dicen que las cosas son malas, pero nosotros llevamos una tradición. Hay unas cosas negativas, pero también unas cosas positivas”, observó Del Valle Alvarez.

Y así le dijeron adiós al 2013 y le dieron la bienvenida, desde ya, al 2014. Como todos los años, por las últimas 40 Navidades.